La Paz. Una polémica ley contra el racismo fue promulgada el viernes en Bolivia por el presidente Evo Morales a pesar de las grandes resistencias de las patronales de periodistas y dueños de medios de comunicación que la acusan de atentar contra la libertad de expresión.
"Por fin aprobamos la ley contra el racismo y una ley para acabar con el racismo y la discriminación. Busca la igualdad entre los bolivianos y las bolivianas", dijo el mandatario tras promulgar la nueva norma en un acto en Palacio de Gobierno.
Los medios de prensa han criticado esta nueva ley por contener dos artículos que permiten castigar a los medios e incluso cerrarlos en caso de alguna manifestación racista.
Al respecto, el presidente Evo Morales pidió el viernes a los medios de prensa no confundir "libertad de expresión con libertinaje" y convocó a las patronales de los periodistas a trabajar en la reglamentación de la nueva ley que preparará en 90 días el Congreso.
"Esta ley es para acabar con ese odio y esa ofensa que soportamos (los indígenas). Es para que en las clínicas privadas, algunos médicos no nos digan ¡este indio, este hediondo, este cochino huele mal!, así nos tratan y yo personalmente he sido objeto de ese trato", afirmó el mandatario.
El acto se desarrolló ante representantes de los pueblos indígenas y etnias de todo el país, como aymaras, quechuas, afroamericanos y guaraníes.
La ley fue aprobada previamente la madrugada de este viernes por el Senado, de mayoría oficialista, en medio de la protesta de los parlamentarios opositores por el tema relativo a la prensa.
Los senadores de la derecha opositora vistieron camisetas a rayas blancas y negras cual reos, y gritaron consignas como "¡viva la libertad de expresión!", mientras los legisladores oficialistas respondieron con "¡prensa sí, racismo no!".
"La promulgación de esta ley nos está mandando a la tumba (a periodistas), estábamos en terapia intensiva, pero nos envían a la tumba", dijo Percy Suárez, periodista de la ciudad de Santa Cruz (este) quien es parte de un grupo de nueve personas que realiza una huelga de hambre en una plaza desde el lunes.
El artículo 16 de la nueva ley señala que "el medio de comunicación que autorizare y publicare ideas racistas y discriminatorias será pasible de sanciones económicas y de suspensión de licencia de funcionamiento".
Mientras tanto el artículo 23 indica que cuando el hecho sea cometido por un trabajador de un medio de comunicación "no podrá alegarse inmunidad ni fuero alguno".
"Aunque lo hemos dicho hasta el cansancio, lo repetimos; los periodistas no estamos en contra de la lucha contra el racismo y la discriminación; sólo defendemos la libertad de expresión, conculcada por los artículos 16 y 23 del proyecto de Ley", dijo Martín Balcázar, director del periódico La Prensa.
Varios diarios del país publicaron el jueves su primera plana en blanco con tan sólo un mensaje que indicaba: "No hay democracia sin libertad de expresión", mientras que los trabajadores del diario de circulación nacional La Razón realizaron una huelga de brazos caídos, y decenas de periodistas marcharon en La Paz en contra de la norma este viernes.
A nivel internacional, la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) expresó su "plena solidaridad" con los periodistas bolivianos.
"Tenemos la certeza de que el gobierno (boliviano) no podrá evadir este reclamo. Esta ley contra la discriminación racial no tiene porqué incurrir en graves atentados contra el derecho del público a saber", declaró el presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, subdirector del Diario Las Américas, de Miami.
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