miércoles, 29 de septiembre de 2010

Respetar laicidad del Estado mexicano, exigen CDHDF y activistas

Leonardo Bastida Aguilar
México DF, septiembre 28 de 2010.
“El gobierno federal debe poner límites a la Iglesia y llamar a los jerarcas católicos a ceñirse a la legalidad”, refirió Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) en torno a las críticas hechas por los religiosos al Gobierno capitalino por legalizar la unión entre personas del mismo sexo y la interrupción del embarazo.
En el marco del marco del Seminario Internacional “Mitos y Realidades sobre el aborto” con motivo del Día por la Despenalización del Aborto en América Latina., el ombudsman capitalino señaló que “la Iglesia católica debe ser respetuosa de lo que ya es ley en la Ciudad de México y se deben ceñir al marco de legalidad existente en el país”.
El respeto a la laicidad del Estado mexicano es garantía del respeto a los derechos de las personas, señaló María Consuelo Mejía, titular de la Alianza Nacional por el Derecho a Decidir tras explicar que la desigualdad en acceso a derechos entre hombres y mujeres se debe a la violación de la laicidad fomentada por el entreguismo del gobierno que permite a los miembros de la Iglesia influir en las políticas públicas.
La también titular de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, advirtió que en el tema existen avances como la elaboración de argumentos por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que dieron legitimidad al derecho a decidir de las mujeres, pero también existen rezagos como la penalización del aborto en 17 entidades de la República.
Mejía recalcó que parte de los esfuerzos de esta lucha deben enfocarse a frenar la incidencia de la jerarquía católica en los ámbitos legislativo y gubernamental, así como en difundir entre los ciudadanos la importancia del respeto a la laicidad del Estado mexicano como garante de acceso a los derechos humanos.
Activistas y participantes en el seminario señalaron que es necesario revertir esta injerencia de la alta jerarquía católica en las legislaciones debido a que se viola el principio de laicidad de México y los derechos de la mujer con fundamentos que tienen como base la moral de estos grupos ultraconsevadores.

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