Leonardo Bastida Aguilar
“El aborto y el matrimonio igualitario se han convertido en referentes emblemáticos precedentes de la polarización entre sectores conservadores y liberales que libran sus batallas políticas en el terreno del derecho y la moral sexual”, mencionó Sergia Galván, integrante de la Campaña 28 de Septiembre, en el marco del Seminario Internacional “Mitos y realidades sobre el aborto”.
En el marco de actividades realizadas con motivo del 28 de Septiembre como Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe.
De acuerdo con Galván, el movimiento feminista y el lésbico, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual (LGBTTTI) comparten demandas como el respeto al Estado laico y el acceso a los derechos sexuales y reproductivos, pero no han logrado desarrollar agendas comunes con las que se puedan generar acciones conjuntas y articular estrategias.
Argumentó que existe un débil vínculo entre ambos movimientos a pesar de existir afinidades ideológicas y políticas, así como espacios comunes para desarrollar su activismo por lo que representa un desafío para la agenda feminista acercarse al movimiento LGBTTTI que ha logrado muchos avances en los últimos 20 años.
Agregó que estos logros son visibles en campos como el del matrimonio igualitario ya que en la Ciudad de México y Argentina ya es posible celebrar estas formas jurídicas mientras que en Uruguay y Ecuador son posibles las uniones civiles y en Colombia se reconoce el patrimonio de las parejas del mismo sexo, además de que los gobiernos de Chile, Costa Rica y Bolivia ya trabajan en propuestas similares.
Sin embargo, añadió, en este campo existe paradojas como la gran cantidad de crímenes de odio que se cometen en Brasil, Venezuela y República Dominicana contra la comunidad LGBTTTI, en especial los transexuales por lo que es necesario que este movimiento redoble esfuerzos y genere alianzas.
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