viernes, 11 de enero de 2013

Lluvias y ondas de calor, un peligro para ciudades de México: informe de la ONU


Lluvias y ondas de calor, un peligro para ciudades de México: informe de la ONU
Frena aspecto económico la restructuración del modelo de crecimiento urbano, afirma
Angélica Enciso L.
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de enero de 2013, p. 43
En las ciudades del país, las ondas de calor y los aguaceros se han convertido en un peligro para la población. Hay alrededor de un millón de habitantes y 200 mil viviendas que se encuentran en zonas de riesgo de deslizamiento por lluvias intensas, señala la quinta comunicación nacional ante la convención marco de Naciones Unidas sobre cambio climático.
Refiere que Protección Civil y los sectores de salud e hídrico, entre otros, han definido estrategias para reducir desastres. La gestión de riesgo ante estos cambios locales del clima requiere de una respuesta de las autoridades municipales, y son éstas las que han comenzado a buscar formas de adaptación que den seguridad a la población, explica.
Las ciudades de entre 500 mil y un millón de habitantes buscan la forma de disminuir la ocurrencia frente a los desastres de origen hidrometeorológico más comunes, como son las inundaciones, los deslizamientos de laderas, las ondas de calor y frío, indica el informe del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.
La mayor parte de las respuestas de adaptación frente a condiciones extremas del clima consisten en medidas estructurales en el drenaje, establecimiento de bordos y presas, pero también se trabaja en acciones que aumentan la resistencia de ciudades como forma más eficiente de hacer frente a inundaciones, indica.
Agrega que los programas de gestión de riesgo o de adaptación frente al cambio climático podrán tener mejores resultados si se consideran los instrumentos de planeación urbana, como es el caso de los Programas de Desarrollo Urbano, los Atlas de Riesgo y Peligros y Programas de Ordenamiento Ecológico y Territorial.
Sin embargo, las presiones de orden económico y social han sido una limitante para lograr una restructuración en el modelo de crecimiento urbano, por lo que es necesario el fortalecimiento de capacidades, precisa.
En referencia a la zona metropolitana de la ciudad de México, señala que es una urbe que experimenta los efectos del calentamiento global, los cuales se superponen a los efectos y procesos del deterioro ambiental asociados al crecimiento urbano. Aquí, la expresión más clara del cambio climático está en los incrementos de lluvias intensas y sus crecientes impactos, como son accidentes en forma de deslaves o inundaciones.
Otros actos extremos del clima que llevan a diversos tipos de desastres en la metrópoli son las sequías, ondas de calor o de frío. Todos tienen efectos diferenciados espacialmente en el valle de México en zonas de barrancas, forestales o agrícolas; en la población, sobre todo en niños y adultos mayores, y en la economía. Todos requieren una respuesta específica y programada del gobierno y la sociedad.
Cita el estudio Pobreza urbana y cambio climático, financiado por el Gobierno del Distrito Federal a través de su Secretaría del Medio Ambiente y el Banco Mundial, en el cual se analizaron las áreas de riesgos relativas a eventos de lluvias intensas y temperaturas extremas y su intensificación asociada con los escenarios de cambio climático.
Los resultados muestran que los peligros por lluvias intensas son mayores hacia la zona poniente y suroeste, mientras por episodios de calor extremo la exposición a altas temperaturas es mayor en el centro de la ciudad, debido en parte a un tejido urbano denso con pocas áreas verdes –una isla de calor–, y a que es la zona más baja del valle de México

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