Foto: Adriana Tapia / Karen Hernández
Estimado público lector: Con motivo de la XXXIII Marcha del Orgullo, 33 voces autorizadas y reconocidas del activismo gay, lésbico, transexual, académico, legislativo, de la defensa de los derechos humanos, sexuales y reproductivos, así como de la lucha contra el VIH/sida, reflexionan sobre el significado político, social y económico de esta movilización que inicialmente fue sexopolítica, pero que ahora, para algunos ha sido convertida en un auténtico “carnaval”, y para otros, es una combinación de lucha social y mercado rosa.
En este sexto y penúltimo bloque, las opiniones de Angie Rueda, Horacio Franco, Gloria Careaga, Mario Arteaga, y Judith Vázquez.
A 33 de iniciadas las Marchas del Orgullo, ¿usted considera que mantienen su carácter reivindicativo de derechos o han sido absorbidas por el mercado y afectadas por la apatía de los jóvenes?
“Tiene que ver con la cultura política del país en general, nos pasa como con la democracia, y me parece que, viendo los pros y los contras, yo lo que diría es que hay que seguir con esta marcha como se ha dado, con la parte lúdica, con la parte política, con la parte masiva de hacernos visibles, y buscar otras alternativas, otras acciones en la agenda legislativa, en la opinión pública, en los medios de comunicación y no concentrarnos o frustrarnos porque la marcha no es lo que queríamos.
“Los activistas en los últimos años han tratado de hacer volver a la marcha a su carácter político, pero también entendamos que el carácter político visto como un acto contestatario ya no puede darse en un país tan diverso como el nuestro, y donde además, dentro de la propia comunidad LGBTTTI hay tanta diversidad.
“Si bien entiendo que el mercado es muy criticable, también entendamos una premisa fundamental: el mercado iguala, mientras haya demanda efectiva, entonces hay que aprovecharlo para seguir avanzando.
“Me parece que lo lúdico es muy válido, que vivimos en una sociedad capitalista y hay que aprovechar la apertura en el mercado, aprovechar que la izquierda nos quiera utilizar como mercado político para posicionar nuestros derechos. La marcha tal vez no es lo quisiéramos, pero así es la vida, y para conseguir lo que queremos lograr hay que seguir empujando”.
Angie Rueda Castillo
Mujer transexual e integrante del Frente ciudadano pro derechos de transexuales y transgénero.
“Ambas, por una parte sigue siendo una cuestión reivindicatoria para la gente que vamos a la marcha, aunque no sé si lo es para los organizadores, a estas alturas a veces lo dudo. La cuestión es que quienes vamos a la marcha, lo hacemos por el hecho de apoyar un manifiesto de que aquí estamos, de que aquí somos, de que tenemos que seguir reivindicando derechos.
“Hay quienes sólo asisten para ser gays por un día, muchos gays de clóset salen a exhibirse públicamente por un día, otros nada más acuden al reventón, obviamente hay de todo.
“En la Marcha del Orgullo hay de todo porque la sociedad mexicana está muy dividida, muy segmentada, somos una sociedad de casta, de clósets, finalmente. Estas castas se ven muy claramente, las famosas banqueteras, la gente que va como enarbolando una bandera de alguna compañía o de alguna acción social, y otras que van simplemente antreando en el camino.
“La sociedad de castas de clóset en México hace referencia a gente que tiene mucho dinero, que se maneja a través del tráfico de influencias, a quien beneficia con prebendas y preferencias. A la gente de clase social baja siempre le va a costar trabajo llegar a tener acceso a puestos o a posesiones de liderazgo porque simplemente son gente pobre.
“Aparentemente hay igualdad de oportunidades para todos los mexicanos pero vemos que no es cierto, decimos que todos tenemos los mismo derechos pero obviamente sabemos que eso no es cierto. Esto nos hace una sociedad de castas que vive en el clóset porque somos muy de doble moral por esas razones”.
Horacio Franco
Músico clásico mexicano, flautista internacional, ejecutante de música antigua, folklórica, contemporánea y popular
“Creo que la Marcha de Orgullo de la Ciudad de México obedece hoy precisamente al momento histórico que se está viviendo. Por una parte, efectivamente es una marcha donde la gente celebra lo conquistado, a través de la manifestación y expresión libres, sin temor. La visibilidad sin represión es uno de los motivos para salir a las calles y manifestarnos.
“Por otra parte, los espacios predominantes para el esparcimiento y el encuentro entre personas no heterosexuales son los bares, así estos juegan también un papel importante con su presencia en la marcha.
“Las conquistas en el Distrito Federal hacen creer a muchos jóvenes que no enfrentamos mas discriminación y no logran identificar claramente cuáles son las demandas actuales que la población de la diversidad sexual debe demandar a las autoridades. De esta manera no se ve urgente la necesidad de organización. La celebracion es el foco principal de esta conmemoración.
“Yo no miro a las y los jóvenes con apatía, son activos, pero no hay claridad en la necesidad de la lucha”.
Gloria Careaga
Secretaria General de la International Lesbian and Gay Association (ILGA)
“A pesar del crecimiento del número de personas que asisten a la marcha y el carácter significativo que también tiene, continúa reservado un carácter ya no sólo de protesta, sino de un carácter propositivo que enriquece mucho la marcha y que efectivamente hace falta llegar hacia los sectores más jóvenes que tienen menos conocimiento de toda la lucha que se ha llevado a cabo para poder lograr los beneficios que hasta el momento se tienen.
“Creo que uno de los grandes problemas, es que a pesar de que se han logrado algunos derechos que ayudan a crear una conciencia de confort, aún hay una agenda muy grande pendiente a la que la gente no entra a reflexionar.
“Más allá de la marcha hoy en día, poco a poco la gente va entrando en cuenta de que todavía hay elementos que nos hacen pensar que aún no somos una sociedad tan abierta o tan equitativa como pudiera pensarse, qué bueno que la marcha sigue creciendo y siga con ese carácter festivo, y qué bueno que haya muchos grupos todavía que sigan conservando este carácter reivindicativo de los derechos sociales”.
Mario Arteaga
Presidente del Comité Orgullo México, organismo responsable de la organización de la Marcha del Orgullo LGBTTTI de la Ciudad de México
“Me parece que se ha enriquecido el sentido de la marcha. Ahora caben muchas intenciones, muchas visiones, muchas voces y bueno no se ha perdido el sentido político, porque habemos quienes asistimos a la marcha con nuestra demanda, con nuestras celebraciones, con nuestra manera particular de ver las necesidades de las personas homosexuales y bisexuales en nuestra comunidad.
“También existen las visiones comerciales, de los bares, de los jóvenes que ni saben ni por que marchan, por gente que trae consignas, causas nuevas, causas viejas, compañeros que vienen marchando desde hace treinta y tres años.
“Creo que esta marcha se ha enriquecido, sin duda no es todo política como lo fueron los primeros contingentes que salieron, sino que se han ido sumando muchas otras intenciones y esa es una gran riqueza que no podemos dejar de lado”.
Judith Vázquez Arreola
Teóloga e integrante de la primera pareja lésbica que ejerció su derecho al matrimonio civil en México y América Latina
*Con información de Leonardo Bastida Aguilar, Guillermo Montalvo Fuentes, Elida Abonza, Karen Hernández, Adriana Tapia, Luis Méndez Pérez, y Mario Alberto Reyes
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