viernes, 21 de enero de 2011

En México, la mayoría de las familias ya no son nucleares, asegura Martí Batres

  • Necesario fomentar la igualdad al interior de las familias: expertos
  • Leonardo Bastida Aguilar
    Aspecto de la presentación del libro. Foto: Leonardo Bastida A.
    México DF, enero 20 de 2011.
    “La mayoría de las familias en México ya no son nucleares por lo que es necesario respetar y defender su igualdad ante la ley”, aseguró Martí Batres Guadarrama, secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal, durante la presentación del libro Los derechos de las familias en la Ciudad de México.
    Batres comentó que hay estudios -como el elaborado por Araceli Damián, de El Colegio de México-, en los que las cifras indican que en México, 36.4 por ciento son hogares ampliados, 23.5 por ciento de están encabezados por una mujer, 10. 3 por ciento son uniones libres y 5.7 por ciento unipersonales, además de que falta conocer los conformados por parejas del mismo sexo.
    De acuerdo con el también autor del texto, las reformas legales en la capital mexicana –como la modificación al artículo 146 del Código Civil que reconoce jurídicamente el matrimonio entre personas del mismo sexo-, han permitido contemplar el surgimiento legal de nuevas familias como las formadas por personas homosexuales, además de las encabezadas por una mujer, las cuales requieren de un reconocimiento en el que no sólo se contemple a la familia como tal, sino también a los individuos que la conforman.
    Al respecto, Batres Guadarrama explicó que las políticas públicas deben garantizar a las familias, sin importar cómo estén conformadas, su bienestar, sus derechos colectivos, la no discriminación, una equidad de género al interior de ella y protección a los miembros más vulnerables del grupo.
    Sobre el tema, Beatriz Schmukler, académica del Instituto de Investigaciones Mora, mencionó que el Estado sólo crea políticas benéficas para los miembros más poderosos de las familias por lo que se requiere empoderar a los sectores más desprotegidos para dejar atrás una cultura de subordinación y plantear una de igualdad.
    Agregó que se debe hablar de la diversidad familiar porque hay nuevos arreglos familiares producidos no sólo como consecuencia de la apertura a la diversidad sexual, sino en el seno de figuras como el matrimonio, en la que se debe fomentar la equidad de género.
    Por su parte, la activista Pilar Muriedas, explicó que el derecho familiar debe tomar en cuenta que las mujeres realizan la mayoría de las actividades de cuidados familiares, las cuales no son remuneradas, y en su vejez padecen las consecuencias de no tener seguridad social, ni manera de acceder a recursos económicos.
    Añadió que cualquier modificación en materia legislativa sobre la materia, debe ser universal, es decir, contemplar a ambos géneros, ya que pueden ocurrir casos, como el de la reciente ley de maternidad subrogada –en discusión- , en la que una pareja conformada por un hombre y una mujer puedan ser beneficiaria de esta ley.
    Los expertos coincidieron que uno de los grandes problemas a tratar al interior de las familias, sin importar como estén conformadas, es la violencia familiar.
    Los derechos de las familias en la Ciudad de México (Editorial Miguel Porrúa) está disponible en librerías e instituciones académicas.

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