domingo, 8 de septiembre de 2013

Menonita crea en México máquina forestadora

Menonita crea en México máquina forestadora
Saúl Maldonado
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 8 de septiembre de 2013, p. 25
Durango, Dgo., 7 de septiembre.
Pedro Heide Redecop, habitante menonita del municipio de Nuevo Ideal, soñó con tener su bosque de pinos, pues vive en un valle. Para lograr su sueño necesitaba plantar 18 mil 750 árboles en las 15 hectáreas de su propiedad.
El hombre preguntó si había máquinas para la plantación comercial; la respuesta de técnicos y asesores forestales fue que en México no, pero sí en Brasil, Canadá, Estados Unidos y en Europa, con un costo aproximado de 30 mil dólares.
Por no tener ese capital, a Heide Redecop le quedaba la opción de crear una máquina. Entonces quiso saber cómo funcionaban, por lo que un asesor brasileño se lo explicó a principios de agosto.
Pasó varias noches sin dormir pensando cómo hacerla, pero cuando la inspiración llegó solo le bastaron siete días para materializarla con unos miles de pesos.
Las pruebas perfeccionaron la máquina para plantar cada árbol exactamente a 2.70 metros de distancia de otro y de esa forma cubrió 14 de sus 15 hectáreas.
Pedro Heide hizo una demostración a autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Estado en la hectárea que le quedaba libre.
Planta una hectárea en una hora
El trabajo físico más pesado es cargar las cajas de plántula al tractor (modelo 1970) donde instaló su máquina, dijo Pedro. Para ello se auxilió de dos de sus nueve hijos hombres, mientras él condujo el viejo vehículo.
Unos segundos después la unidad marchó sobre el campo y detrás fueron apareciendo, en medio de las dos ruedas, los pinos plantados. En minutos sembró 288 pinos de 35 centímetros desde la raíz.
Jesús Salas Quiñones, técnico y asesor forestal, explicó que una persona tarda ocho horas en plantar mil cien árboles y no completa una hectárea. Con la máquina se plantó la hectárea en menos de una hora.
De haber plantado a mano las 15 hectáreas se hubiera tardado 20 días; con la máquina bastan menos de dos jornadas de ocho horas cada una para sembrar los 18 mil 750 árboles.
Salas Quiñones dijo que el menonita ha dado un paso importante para el sector forestal. Pedro no se imagina lo que ha creado, porque en una semana ya tiene pedidos de otros silvicultores que van a realizar plantaciones comerciales, comentó.
Pedro dice que va a instalar un sistema de riego porque quiere que los pinos crezcan pronto. A la mejor yo no alcanzo a ver en plenitud mi bosque, pero mis hijos sí, y eso es lo que les voy a dejar, finalizó

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