sábado, 6 de octubre de 2012

Arriesgan la vida las adolescentes afectadas por disfunción alimentaria


Arriesgan la vida las adolescentes afectadas por disfunción alimentaria
Ángeles Cruz Martínez
 
Periódico La Jornada
Sábado 6 de octubre de 2012, p. 34
Los trastornos alimentarios son un problema serio de salud, aun cuando sean ocasionales y no se apeguen a los criterios clínicos de anorexia o bulimia.
Hasta 20 por ciento de las afectadas, generalmente adolescentes –sin tratamiento–, pueden morir por complicaciones como desnutrición o suicidio, advirtió Eva María Trujillo Chi Vacuan, directora de la Clínica Comenzar de Nuevo, con sede en Monterrey, Nuevo León.
Al participar en un foro organizado por la Sociedad Mexicana de Neurología y Siquiatría con motivo de su 75 aniversario, la especialista advirtió que transcurren cerca de tres años con alteraciones en la ingesta de alimentos antes de que la enfermedad se manifieste.
Entonces, dijo, cuando una jovencita de 15 años presenta algún daño en su organismo no es que haya surgido de repente, sino que es resultado de un proceso que evoluciona y muchas veces, insistió, ni siquiera es posible concretar el diagnóstico de un trastorno alimentario. De todas maneras, la salud y la vida de las pacientes puede estar en peligro.
Por ello es importante que padres, profesores y todos quienes tengan a su alrededor a adolescentes, hombres y mujeres, estén atentos a su comportamiento. La enfermedad tampoco depende del peso corporal –dijo–, ya que pueden no estar esqueléticas y de cualquier forma tener un problema de alimentación.
Trujillo afirmó que estos padecimientos son frecuentes en la población mexicana, pero más entre la población femenina y ahora se sabe que tienen una base neurobiológica. Se trata de niñas que empiezan por eliminar grupos de alimentos completos; algunas comen una sola vez al día en poca cantidad y otras vomitan de vez en cuando para controlar su peso.
Una de cada 100 adolescentes desarrolla un trastorno de la conducta alimentaria pero seis de cada diez llegan a estadios de conductas que ponen en riesgo la salud. Agregó que estos padecimientos son curables si se abordan a tiempo con un tratamiento adecuado.
Respecto de los factores de riesgo, la especialista dijo que son multifactoriales. Por ejemplo, dijo, influye la presión social para que las chicas se mantengan esbeltas; existen factores genéticos y neurobiológicos de la personalidad y el temperamento, así como otros relacionados con sus experiencias de vida que también pueden disparar las alteraciones en la conducta alimentaria.
Un síntoma de disfunción es que el o la adolescente se aísla, se vuelva selectivo con la comida, cada vez come menos y presenta conductas como consumir los alimentos en orden diferente, es decir, se sirve distinto de como lo hacía cotidianamente.
También debe ser motivo de atención el abandono repentino de los alimentos para ir al baño (generalmente a vomitar) o los baños en horarios distintos de los acostumbrados (después de comer). Con cambios en la conducta alimentaria de este tipo los adultos deben estar alerta antes de que un trastorno más complejo se instale.
La directora de la clínica Comenzar de Nuevo también señaló que la anorexia es el trastorno que más se ha estudiado, aunque se sabe que 75 por ciento de enfermos de este padecimiento pueden pasar a la bulimia (comer impulsivamente), lo que también es un riesgo para la salud y la vida

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