miércoles, 1 de agosto de 2012

Rechazan la construcción de un monumento a las víctimas


Rechazan la construcción de un monumento a las víctimas
Contrasentido terrible instalarlo cerca del Campo Marte, señalan
Fernando Camacho Servín
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de agosto de 2012, p. 18
La construcción de un monumento en memoria de honor de las víctimas de la violencia sería un nuevo acto de simulación y de falta de compromiso con dicho sector, si no va acompañada de un reconocimiento verdadero de la responsabilidad del Estado en dicho fenómeno y de un programa integral de apoyo, señalaron activistas de organizaciones sociales.
Al anunciar la construcción de dicho monumento –con un costo de 22 millones 890 mil pesos–, el gobierno federal en realidad intenta dejar de lado a las víctimas de la guerra contra el crimen organizado y a las organizaciones que las han acompañado en su demanda de justicia, lamentó Juan Carlos Gutiérrez, director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.
Un monumento conmemorativo debe ser un proceso colectivo con las víctimas, y no una imposición legitimada por organizaciones que, si bien representan a las víctimas del secuestro, no representan a las de violaciones a los derechos humanos ni tienen una actitud crítica frente al gobierno, indicó.
Asociaciones como la dirigida por Isabel Miranda de Wallace o Fernando Martí, añadió el activista, usan un discurso cuando les conviene, pero en realidad son usadas para legitimar procesos impulsados por el gobierno federal. Se han apropiado del tema del monumento, cuando en realidad son organizaciones de bolsillo y comodinesde las autoridades.
Aunque el monumento forme parte de los acuerdos del Castillo de Chapultepec entre el gobierno y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), su imposición puede resultar un gasto innecesario de dinero y un nuevo acto de impunidad y corrupción. Un monumento a las víctimas que las víctimas no reconocen no tiene ningún sentido.
Rocato Bablot, vocero del MPJD, señaló que la edificación de dicha obra es un tema que se ha impuesto sin tomar en cuenta la voz de quienes han sufrido los estragos de la estrategia de seguridad pública, al mismo tiempo que se veta la ley general de víctimas y se le mete en la congeladora por la vía de la controversia constitucional.
Además, dijo, es un contrasentido terrible instalar el monumento dentro de un sitio militar en Chapultepec –al lado del Campo Marte–, porque muchos de los abusos han sido cometidos por soldados. Es espeluznante ponerla en un sitio con esas connotaciones, con sentimiento tan encontrados, y no en un espacio neutro, abierto y diverso.
En vez de abonar a la reconciliación, señaló el editor y escritor, el monumento encargado al arquitecto Ricardo López Martín es una continuación de la política de simulación que el PRI le enseñó tan bien a los panistas. Las deudas con las víctimas son muchas, y las verdades a medias que nos cuentan, a final de cuentas son mentiras

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