sábado, 2 de julio de 2011

“¡Estamos hasta la madre!”, reclama colectivo de la diversidad sexual

  • Activistas gays reprueban ola de violencia que sacude al país
  • El pronunciamiento final exige dar “puntual seguimiento” a recursos públicos manejados por el Censida
  • Guillermo Montalvo Fuentes
    Foto: Xochitl Celaya Enríquez
    México DF, junio 25 de 2011.
    Con la consigna y denuncia de “¡Estamos hasta la madre del odio, de la discriminación, del estigma, de los secuestros, de los enfrentamientos armados, del acoso escolar, de la violencia de género, de los feminicidios, y de los cobardes que nos arrancan la vida!”, activistas concluyeron la XXXIII Marcha del Orgullo LGBTTTI en el Zócalo capitalino.
    Alrededor de las 17:30 horas, los integrantes del comité organizador concluyeron la movilización con la lectura de un pronunciamiento en el que rechazaron y reprobaron la ola de violencia que invade al país.
    Agregaron que el problema de la violencia no se soluciona con armas ni con policías o ejércitos en las calles, pues aseguraron que la violencia se previene con políticas públicas adecuadas que garanticen el desarrollo integral de las personas.
    Al dar lectura al documento, los activistas enfatizaron que la atención de las personas que viven con VIH/sida, así como la prevención de la transmisión del virus, es responsabilidad del Estado mexicano. Por esta razón, exigieron que en el Presupuesto de Egresos de la Federación, los legisladores garanticen los recursos necesarios para el acceso efectivo a medicamentos de todas las personas VIH positivas del país.
    En específico, el pronunciamiento pugnó por dar “ un seguimiento puntual a la aplicación de estos recursos por parte del Centro Nacional para el Control y la Prevención del VIH/sida (Censida), así como de los Programas Estatales correspondientes.
    “Es indispensable que la Secretaría de Salud y el Censida lleven a cabo campañas nacionales focalizadas a poblaciones clave, en especial para adolescentes y jóvenes, porque es precisamente en la adolescencia cuando se inicia el ejercicio de la sexualidad y las probables prácticas de riesgo que pueden conducir a nuevos casos de VIH y embarazos no deseados”.
    Para lograr lo anterior, hicieron un enérgico llamado a la Secretaría de Educación Pública para que la educación impartida en las escuelas sea laica, respetuosa a la diversidad, apegada al conocimiento científico y alejada de dogmas y prejuicios “que tanto dañan a la niñez y a la juventud mexicana”.
    Por último, los organizadores de la XXXIII Marcha del Orgullo LGBTTTI, cuyo lema en esta edición fue “Leyes sin Discriminación para toda la Nación”, subrayaron la importancia de impartir educación sexual en las escuelas a través de planes y programas de estudio para así formar “seres humanos responsables con sus cuerpos y vidas, conscientes de sus derechos y responsabilidades”.

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