Leonardo Bastida Aguilar
Tras conocer que la Procuraduría General de Justicia del estado de Guerrero (PGJEG) detuvo a la última persona que vio con vida al activista Quetzalcóatl Leija Herrera, antes de ser asesinado el 4 de mayo en las inmediaciones del Zócalo de Chilpancingo, y que además inició la búsqueda de sus anteriores parejas sentimentales, Emilio García, vocero del Centro de Estudios y Proyectos para el Desarrollo Humano Integral (Ceprodehi) calificó como “homofobia institucional” la actitud de las autoridades guerrerenses en torno al caso.
Para el integrante del Ceprodehi, la PGJEG pretende clasificar el crimen de Leija Herrera como “pasional o un asalto”, pero el hecho de que haya sido asesinado de una pedrada en el costado derecho de la cara, “no es normal”, por lo que no se debe descartar que el móvil haya sido la homofobia.
Añadió que los integrantes del Ceprodehi tienen miedo a sufrir represalias por sus acciones en pro de pedir justicia o ser consignados ante las autoridades en calidad de sospechosos, por el simple hecho de haber tenido contacto con Quetzalcóatl Leija.
Para García, el fallecimiento de quien fuera titular de Ceprodehi es una “enorme” pérdida para el movimiento lésbico, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual de Chilpancingo, Guerrero, ya que era un impulsor de eventos como la Marcha del Orgullo Gay, y la creación de espacios en medios de comunicación locales como el programa televisivo “Mitoteando con Sasha”, en el cual se hablaba de diversidad sexual.
Tras la lectura de un pronunciamiento elaborado por distintas organizaciones de la sociedad civil de Guerrero, dirigido al gobernador del estado gobernador por el Partido de la Revolución Democrática, Ángel Aguirre Rivero, en el que se exigió el esclarecimiento del homicidio y su reconocimiento como crimen por homofobia, el activista gay fue sepultado ayer en punto de las 17:00 horas en el Panteón Central de Chilpancingo.
Al respecto, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, emitió un comunicado de prensa en el que condenó el asesinato de Leija Herrera “ por tratarse de hechos discriminatorios y a su vez, violatorios al derecho a defender derechos humanos” y pidió al gobierno estatal realizar las investigaciones necesarias para esclarecer el homicidio.
A su vez, reconoció la labor del activista guerrerense, quien promovió en 2008 una Ley de Sociedades de Convivencia, cuya aprobación fue rechazada por la 58 Legislatura del Congreso de Guerrero, aunado a que denunció ante la PGJEG 16 crímenes de odio cometidos en la entidad en años recientes.
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