miércoles, 4 de mayo de 2011

10 mil familias afectadas por bonos sin fondo de financiamiento, entregados por Pablo Salazar

Tuxtla Gutiérrez, Chis. El ex gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, trata de distraer y confundir a la opinión pública respecto al caso de la reconstrucción por el huracán Stan en 41 municipios de Chiapas en las zonas Costa y Soconusco.

En un mal intento de justificación, el ex gobernador Salazar señala temas que no tienen que ver con los recursos respecto a los que se han detectado desvíos, sobre todo en materia de vivienda.

Habla de 11 mil millones de pesos para reconstrucción y evita hacerlo del total de mil 589 millones de pesos destinados específicamente al rubro de vivienda.

Pablo Salazar evita hablar de la inconformidad social de 10 mil 49 familias afectadas por fraccionamientos mal construidos: de 94 fraccionamientos edificados en la administración anterior en la reconstrucción, 88 están mal construidos.

El gobierno federal emitió bonos de vivienda de Fonapo, los cuales se han podido hacer efectivos a los beneficiarios. Sin embargo, hay 10 mil familias afectadas, porque cuentan con un bono emitido por Pablo Salazar que carece de validez jurídica y normativa y que nunca contó con fuente de financiamiento.

El problema de desvío de recursos y falta de explicación de los más de mil millones de pesos para vivienda se deriva desde la mala acción en la adquisición de predios: muchos en zonas inundables, sólo por poner un ejemplo en dos fraccionamientos, los más grandes, hay más de 6 mil familias afectadas con problemas de inundación.

Veinticuatro fraccionamientos se construyeron sin red eléctrica, 38 sin agua potable, 43 sin drenaje, 73 sin alumbrado público, 11 fraccionamientos necesitaban drenaje pluvial y no cuentan con él y cinco requieren muros de contención.

La prioridad para Pablo Salazar fue sacar a la gente de los albergues; no le interesó mandarlos a vivir a casas mal construidas porque no contaban con lo mínimo indispensable para ser habitables.

Explica lo que es público: la asignación de los recursos, cuando lo que debería preguntarse es ¿dónde y cómo se gastaron los recursos en vivienda por un monto de mil 589 millones de pesos, de los cuáles hay observaciones derivadas de 13 auditorías en mil 79 millones 726 mil 616 pesos?

Esas 13 auditorías se realizaron en 2007 por la Secretaría de la Función Pública se identificó dicho quebranto de mil 79 millones de pesos, donde sólo una auditoría al INVI, la 331, arrojó una irregularidad de 974 millones, referida a la construcción de vivienda, de las cuales lograron solventar 433 millones, quedando un pendiente de 673 millones.

Se repite la pregunta: ¿dónde quedó el dinero de vivienda? ¿Cómo fueron ejercidos los mil 589 millones de pesos?

Pablo Salazar hace un falso debate sobre si existe o no la documentación comprobatoria del programa de vivienda. Habla de documentación desaparecida y traspapelada. Es totalmente falso: la documentación sobre vivienda ha sido manejada desde el inicio de esta administración precisamente por el área responsable de vivienda.

El ex gobernador Salazar sabe de las obras mal hechas e inconclusas y aun así se pregunta si existe este problema. Ya se ha hablado de los terrenos inundables, la falta de servicios básicos y las familias que siguen esperando una vivienda. Asimismo de 94 predios adquiridos para vivienda 64 eran ejidales (no podían ser escriturados) y se adquirieron de manera irregular como propiedad privada.

Salazar habla de irresponsabilidad en hacer efectivas las fianzas correspondientes en materia de vivienda, cuando la realidad es que en los 372 contratos que se hicieron no se especificaron montos de fianza.

Existe, por ejemplo, un caso en Escuintla, donde se encuentran pagadas al 100 por ciento la construcción de viviendas y la supervisión externa y no hay UNA sola casa construida.

Hablemos de las observaciones por auditoría a los mil 589 millones de pesos en materia de vivienda, y otras obras, que han derivado, luego de un proceso jurídico fundado y motivado, en varias detenciones.

Las más de 10 mil familias afectadas sólo en el tema de vivienda en el fallido intento de reubicación en fraccionamientos inhabitables, están formadas por chiapanecos, padres y madres de familia, niños y niñas que además de la tragedia de las inundaciones por el huracán Stan, sufrieron el engaño de una casa nueva que también se inunda o no tiene agua potable por lo menos. Las evidencias ahí están en los sitios donde se construyeron.

El gobierno de Chiapas, la actual administración, lejos de hacer un linchamiento político se dedicó a responder a la gente afectada; se ha ido resolviendo la problemática de la gente en acciones claramente registradas en estos más de cuatro años; se han atendido alrededor de 2 mil familias que tenían acciones pendientes de vivienda.

Para diciembre de 2006 el ex gobernador Pablo Salazar reportó 94 por ciento de avance global en la reconstrucción, sin embargo dejó mil 910 obras inconclusas, por lo que el avance físico real era entonces de 63.5 por ciento.

Muchas de estas obras sin concluir se encontraban finiquitadas en su pago.

De todo ello queda claro que el daño mayor del huracán Stan y su proceso fallido de reconstrucción es el perjuicio social a miles de familias que no han tenido ni recuperado una vivienda digna.


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