El titular del juzgado 23 penal se declara incompetente para continuar con la causa
Abogado califica de dudosa la reclasificación del delito
Jueves 16 de febrero de 2012, p. 42
El empresario Miguel Sacal Smeke fue ingresado la tarde de ayer en el Reclusorio Oriente por su presunta responsabilidad en la comisión del delito de lesiones dolosas en agravio de Hugo Enrique Vera, empleado de una empresa de valet parking, a quien en julio pasado propinó una golpiza debido a que se negó a ayudarlo a cambiar una llanta a su automóvil. Los hechos ocurrieron en el vestíbulo de un edificio de departamentos ubicado en la colonia Bosques de las Lomas, en la delegación Cuajimalpa.
Después de que el Servicio Médico Forense (Semefo) reclasificó las lesiones sufridas por la víctima, y concluyó que son de las que tardan más de 60 días en sanar, lo que agrava el delito y no hay derecho a fianza, el juez 23 penal de delitos no graves giró una nueva orden de aprehensión contra el inculpado el pasado 10 de febrero, la cual fue cumplimentada ayer por elementos de la policía de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
En un primer momento la dependencia clasificó las lesiones como segundas, es decir, de las que tardan en curar menos de dos meses, por lo cual no se consideró delito grave.
Sacal Smeke fue detenido poco después de las 13 horas en las inmediaciones del Reclusorio Oriente, adonde había acudido a realizarse estudios de personalidad, como parte del proceso que se le había iniciado por las lesiones segundas. Luego de practicarle el estudio médico de rigor, dos horas después fue internado en el citado reclusorio y puesto a disposición del juzgador, informó el titular de la PGJDF, Jesús Rodríguez Almeida, en conferencia de prensa.
Pero debido a la reclasificación de las lesiones, el citado impartidor de justicia se declaró incompetente para continuar con la causa penal, por lo que el caso fue turnado al juez 50 penal, con sede en el Reclusorio Oriente, quien en los próximos días definirá si dicta auto de formal prisión contra el empresario.
Cuando éste ya había sido detenido, su abogado emitió un comunicado de prensa en el que calificó de dudosa
la reclasificación del ilícito y deja entrever que su cliente se entregó de manera voluntaria, versión que Rodríguez Almeida desmintió.
En esta ocasión, el inculpado no presentó un amparo contra el mandamiento judicial, como hizo el pasado 2 de febrero, cuando el mismo juez 23 penal de delitos no graves giró orden de reaprehensión por no presentarse a las audiencias del juicio que le inició por las lesiones segundas.
Pese a que el empresario y el agraviado llegaron a un acuerdo, consistente en una disculpa y el pago de un indemnización por parte del primero a cambio del desistimiento de la denuncia por parte de la víctima, el delito se sigue de oficio, motivo por el cual siguió ese curso
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