Lynn sabía de cada una de las denuncias y transfirió a los acusados a otras iglesias o no hizo nada: Jaqueline Coelho
Martes 27 de marzo de 2012, p. 39
Filadelfhia EU, 26 de marzo. El primer juicio contra un responsable de la Iglesia católica en Estados Unidos acusado de encubrir actos de pederastia llegó el lunes a los tribunales de Filadelfia, Pensilvania (noreste).
Monseñor William Lynn, encargado de nombrar a sacerdotes en escuelas e iglesias en la región de Filadelfia, enfrenta acusaciones por no haber mantenido alejados de menores a los curas denunciados por abuso sexual.
El caso, en el cual el sacerdote James Brennan está acusado de abuso de niños en los años 1990, es el primero de este tipo en Estados Unidos.
En un sorpresivo giro el jueves, antes del inicio del juicio este lunes, otro acusado, el sacerdote expulsado Edward Avery, se declaró culpable de crímenes sexuales, con lo cual evitó ser procesado.
Avery fue sentenciado de inmediato a entre dos años y medio y cinco en prisión.
La asistente del fiscal, Jacqueline Coelho, describió a Lynn como elguardián de los secretos
, encargado de proteger a la Iglesia del escándalo y mantener a los feligreses en la ignorancia.
Proteger a los niños era lo más alejado de la mente del acusado Lynn
, dijo Coelho, quien prometió una meticulosa revisión de los archivos de la Iglesia, en los cuales Lynn se verá incriminado por sus palabras.
El abogado de Lynn, Thomas Bergstrom, afirmó que su cliente no tenía poder suficiente para detener los abusos, debido a su baja jerarquía eclesiástica.
El abuso sexual de niños es horrible. Monseñor Lynn sabe que es horrible. Él, y quizá nadie más que él, intentó detenerlo
, sostuvo.
El letrado del sacerdote Brennan, William J. Brennan (sin parentesco), señaló en su turno: ¿qué tiene que ver todo esto con el padre Brennan?
Los abogados defensores cuestionan la credibilidad de las dos supuestas víctimas, quienes tienen largas historias de abuso de drogas y también buscan una millonaria compensación económica de la arquidiócesis en un juicio civil.
Pero el proceso amenaza con ampliar la presión de la justicia sobre la Iglesia católica, cuya imagen ha resultado muy dañada por los escándalos de pederastia registrados en varios países.
Si se comienza a investigar a este tipo de responsables, si realmente se comienza a hacerlo, religiosos que han llegado a obispos quedarán envueltos en el escándalo
, dijo Terry McKiernan, del sitio bishop-accountability.org, que documenta estos abusos en la Iglesia católica. Es un lío que la Iglesia en Estados Unidos no quiere que se abra
, agregó.
El caso en sí data de 1992, cuando un ex feligrés acusó a Avery de molestarlo sexualmente en los años 1970 o 1980. Las acusaciones fueron consideradas lo suficientemente serias para que Avery fuese enviado a un centro especializado en rehabilitación de sacerdotes con problemas por abuso sexual.
Cuando Avery completó el programa, Lynn lo asignó a una parroquia con escuela, a pesar de que el terapeuta del sacerdote le advirtió sobre el riesgo de colocar chicos a su alrededor.
En esa iglesia, Avery supuestamente encontró a un niño de 10 años, mencionado en los documentos comoBill, y abusó de él.
En otro incidente descrito en el expediente judicial, el otro cura acusado, James Brennan, supuestamente violó a un chico de 14 años que pasó la noche en su apartamento en 1996.
Según la asistente del fiscal, 11 sacerdotes –entre ellos Avery y Brennan– han sido acusados de molestar sexualmente a niños.
Algunas de las denuncias datan de los años 40 y son demasiado antiguas para ser presentadas ante la justicia, ya que los delitos caducaron.
Pero Coelho aseguró que las denuncias fueron efectuadas, que Lynn sabía de cada una y que transfirió a los acusados a otras iglesias o directamente no hizo nada