Leonardo Bastida Aguilar México DF, septiembre 06 de 2011. En una asamblea extraordinaria convocada por la dirección general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud de la Secretaría de Salud de la Clínica Especializada Condesa y el líder de la sección 12, Ricardo Hernández, se anunció que a partir del viernes pasado, se impediría el paso a su oficina a la directora del programa de VIH/sida de la Ciudad de México, Andrea González; el director de la clínica, Jesús Casillas, y el subdirector médico, Ubaldo Ramos. De esta manera, los directivos del sindicato, encabezado por el diputado federal del Partido Revolucionario Institucional, Marco Antonio García Ayala, han impedido desde ayer el servicio a internos en centros de readaptación social capitalinos, el acceso a los tratamientos hormonales a las personas transexuales y transgénero y la realización de trámites como el traslado de pacientes a otros centros hospitalarios. De acuerdo con un trabajador del centro de salud cuya identidad no fue revelada por temor a sufrir represalias, desde hace meses, en asambleas convocadas por el sindicato, algunos trabajadores y dirigentes locales externaron su descontento por brindar servicios a personas transexuales, a trabajadoras y trabajadores sexuales, y a internos en centros de readaptación social del DF. Para el trabajador, el conflicto inició hace aproximadamente seis meses cuando la directiva de la clínica solicitó a la cúpula del sindicato, liderado por el legislador priísta, la apertura o cesión de una plaza laboral para el endocrinólogo, encargado de dar servicio a las personas transexuales y transgénero. Tras varias sesiones, explicó, la dirigencia nacional del sindicato negó la inclusión del endocrinólogo en la planta laboral de la clínica y comenzó una serie de actos contra la doctora Andrea González, como injurias y amenazas. Además, señaló el entrevistado, algunos integrantes de la agrupación de filiación priísta, cuestionaban a las autoridades el hecho de tener que llamar por su nombre a mujeres transexuales, cuando sus documentos oficiales tenían asentados nombres masculinos. Para el trabajador, con esta medida de impedir el paso a los directivos del centro de salud, se pone en riesgo la atención médica de más de 7 mil pacientes registrados, la dotación de medicamentos antirretrovirales a 5 mil 449 pacientes, la atención y hormonización de 400 personas transexuales y trangénero, y el Programa de Atención Especializada en VIH en cárceles, el cual atiende a 154 personas, y ha logrado una adherencia a medicamentos por parte de la población carcelaria con VIH/sida, de más de 90 por ciento. |
domingo, 11 de septiembre de 2011
Líder sindical pone en riesgo atención a personas con VIH/sida en DF
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