Las decisiones importantes en San Lázaro recaerán en los políticos más experimentados
Roberto Garduño y Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Lunes 17 de septiembre de 2012, p. 16
Lunes 17 de septiembre de 2012, p. 16
Al abrigo del fuero constitucional y con el resguardo de todos los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados, decenas de personajes que representan los intereses más disímbolos se instalaron en el Palacio Legislativo de San Lázaro para fungir como
representantes populares.
Como ha sucedido en los recientes 18 años, las curules en San Lázaro se han convertido en un apetitoso manjar político y en moneda de cambio para los intereses económicos y políticos que han dominado la escena nacional. Ahora no fue la excepción, y cada uno de los partidos impulsó candidaturas, en muchas ocasiones, cuestionadas por distintos sectores de la población.
En la lista de los nuevos diputados (de todos los partidos políticos involucrados) se inscriben nombres que provocan, además, dudas en ascenso porque carecen de experiencia política y más aún de trabajo legislativo. También trabajarán de diputados federales políticos que han dedicado su vida a esa lid, sobre los que recaerán las decisiones más importantes en materia de aprobación de las llamadas leyes necesarias.
En esa última lista se encuentran Manlio Fabio Beltrones, Jesús Murillo Karam, Francisco Arroyo y Marco Antonio Bernal, del PRI. Del lado panista, Luis Alberto Villarreal y Ricardo Anaya. Por el PRD, Silvano Aureoles, Miguel Alonso Raya y Martí Batres. Por parte de Movimiento Ciudadano y el PT, Ricardo Monreal y Alberto Anaya, respectivamente.
No obstante, también figuran otros diputados que arrastran en sus apellidos historias de descrédito: en la bancada priísta resalta Ricardo Aldana, tesorero del sindicato petrolero, quien operó el fraude conocido como Pemexgate al desviar más de mil millones de pesos que la paraestatal entregó al gremio para la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa, en 2000.
Además, a las filas del PRI llegó el presidente del Comité Olímpico Mexicano, Felipe El Tibio Muñoz, quien ha sido severamente cuestionado en años recientes por su desempeño al frente del deporte nacional. Su gran atributo fue haber obtenido la medalla de oro en la competencia olímpica de nado de pecho en 1968.
Del ala panista destacan el ex alcalde de Monterrey Fernando Larrazábal, a quien tocó la tragedia del Casino Royale, donde sicarios del cártel de Los Zetasprovocaron un incendio, y en consecuencia la muerte de 52 personas. El escándalo de inmediato lo cercó, pues su hermano Jonás fue descubierto –mediante una videograbación– recibiendo dinero en efectivo de los propietarios de distintas casas de juego.
También en el blanquiazul se encuentran ocupando curules Maximiliano Cortázar, ex vocero de Felipe Calderón, a quien acompañó desde que éste se desempeñó como presidente nacional del PAN. Sus detractores refieren como punto en contra haberse desempeñado como baterista del grupo Timbiriche. Junto a él, José González Morfín, quien ahora fue nombrado vicepresidente en San Lázaro, representa al grupo de Felipe Calderón en la Cámara de Diputados. Desde que el actual titular del Ejecutivo fue coordinador de los panistas en la 58 Legislatura, González Morfín se vio beneficiado por su cercanía con el michoacano.
En el PRD se encuentra ahora Purificación Carpinteyro, ex subsecretaria de Telecomunicaciones y Transportes. El paso de la derecha a la izquierda política comenzó a decantarse al confrontarse con su jefe, el secretario del ramo, Luis Téllez, de quien habría filtrado conversaciones en las que el hoy presidente de la Bolsa Mexicana de Valores se mofaba de Carlos Salinas de Gortari.
Entre los que provocan asombro por ocupar una curul está René Fujiwara Montelongo. Su única carta de presentación es ser nieto de Elba Esther Gordillo.
Además, a un personaje como Arturo Escobar y Vega, el coordinador del Partido Verde en San Lázaro, le fue descubierto hace tres años un maletín con un millón de pesos en efectivo durante la elección intermedia de 2009, y la explicación que dio sobre el particular no convenció a más de uno.
Un caso paradigmático en la la nueva Cámara es el de Ruth Zavaleta, quien se benefició de diversas posiciones en el PRD, pero al ver cerradas sus posibilidades de seguir obteniendo canonjías en ese partido optó por renunciar y, gracias a las bondades de la ley electoral, logró una curul del Partido Verde
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