Iniciativa panista sobre condón atenta contra la población, asegura estudio

Grupos conservadores usan datos distorsionados, advierten activistas Redacción NotieSe México DF, enero 25 de 2011. “El condón sirve si se usa, por lo que la propuesta de ley dirigida a desalentar su uso presentada por la diputada del Partido Acción Nacional, Paz Gutiérrez Cortina, atenta contra su efectividad a nivel población”, señaló Rafaella Schiavon, presidenta de la organización Ipas México, mediante el documento Puntos para la discusión sobre el condón. El documento, emitido tras la discusión de las iniciativas de reforma a los artículos 309 y 310 de la Ley General de Salud, en las cuales se plantea obligar a la industria condonera a advertir en sus empaques y publicidad que “la fidelidad es el mejor método para evitar las infecciones de transmisión sexual (ITS)”, advierte que el condón protege a las personas que optan por tener relaciones sexuales, y no aplica a personas y parejas que optan por no tener, retrasar, o abstenerse de las mismas. El texto refiere que de acuerdo al Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida, el uso del condón es la estrategia aislada más efectiva para la prevención de infecciones de transmisión sexual y del VIH/sida. La efectividad del condón añade el reporte, depende de su uso correcto, es decir, desde el inicio de la relación sexual y no sólo durante la penetración, así como de su constancia en todas las relaciones sexuales y con todas las parejas sexuales. Indica que los condones intactos son “esencialmente impermeables a las partículas de las dimensiones de los organismos responsables de las ITS”. Aún en caso de rupturas evidentes o microlesiones del condón, la cantidad de líquido seminal a la cual se expone la mucosa vaginal se reduce significativamente y “por ende se reduce teóricamente la exposición al riesgo de contagio”. El documento subraya con cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Alergias de los Estados Unidos, que no es correcto comparar la efectividad del condón para la prevención del embarazo con su efectividad para prevenir ITS. “En el primer caso, el riesgo promedio de embarazo es de 8-10 por cada 100 relaciones sexuales no protegidas, con un pico máximo de 36 por ciento para una relación muy cercana a la ovulación. En el caso de las ITS, el riesgo de transmisión (contagio) depende de cada una de las ITS; para el VIH/sida, el riesgo es de 1 por cada 1,000 relaciones sexuales”. Con respecto a la argumentación de la iniciativa de ley del PAN en torno a que el uso del condón para prevenir el VIH únicamente garantiza una efectividad de entre 69 y 80 por ciento de no infección, y de que una de cada cinco personas que usan condón, puede adquirir el virus, puesto que se ha comprobado que el VIH pasa por los poros del condón hasta en un 33 por ciento, el texto elaborado por Ipas señala: “Los estudios de investigaciones clínicas evidencian sistemáticamente que el uso del condón reduce el riesgo de transmisión del VIH/sida entre parejas serodiscordantes en un 80-95 por ciento. Es absolutamente incorrecto deducir que uno de cada cinco se infectan. Una reducción del riesgo de 90 por ciento quiere decir que, en el caso del VIH/sida, si el riesgo de infección es de 1 en 1,000 en una relación sexual no protegida, se reducirá a 1 en 10,000 con el uso del condón”. El documento asevera que negar, limitar o distorsionar la información científica, entendible y oportuna sobre los beneficios del uso del condón y su efectividad para prevenir ITS y embarazos en ciertos grupos de edad, es discriminatoria y contraria al derecho a la información, a la protección de la salud y a la libertad reproductiva de las personas. Incluso señala que “tales estrategias pueden constituir una amenaza a la salud como bien público del Estado”. Puntos para la discusión sobre el condón concluye que “el uso distorsionado e impreciso de la evidencia científica, las referencias inapropiadas y citadas fuera de contexto, la falta de actualización en la normatividad (por ejemplo, la NOM-016-SSA1-1993 sobre condones ya no es vigente, y la normatividad es actualmente regulada por la farmacopea), constituyen una característica común de los movimientos conservadores en el país y en la región”.