Investigadores de México y Perú encuentran nuevas especies de mamíferos en los Andes
Incluyen un puerco espín, un mono nocturno, una zorra gris y varios especímenes más
De la Redacción
Periódico La Jornada
Domingo 9 de septiembre de 2012, p. 35
Domingo 9 de septiembre de 2012, p. 35
Investigadores de Perú y México, encabezados por Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Horacio Zeballos, del Museo de Historia Natural de Arequipa, hicieron uno de los hallazgos en biodiversidad más importantes de las últimas décadas en los Andes peruanos.
Se trata de nuevas especies de mamíferos que incluyen un puerco espín (Coendou sp); un mono nocturno (Aotus sp); posiblemente una zorra gris (Urocyon); un marsupial (Caenolestes sp); una musaraña (Cryptotis sp), y varios roedores (Oecomys sp, Oligoryzomys sp, Chilomys sp, Thomasomys sp). Asimismo, una nueva especie de olingo (Bassaricyon sp), junto con ranas (Pristimantis Bustamante), y otros animales, informó la máxima casa de estudios.
La relevancia del hallazgo es enorme.
Encontramos mamíferos muy grandes; aún es relativamente común toparse con nuevas especies de animales pequeños, como ratones o murciélagos, pero grandes, como un puerco espín, un mono o un marsupial, que es muy raro en Sudamérica, es extraordinario, apuntó Ceballos.
Agregó que aún existe una gran diversidad biológica por descubrir, pero que está seriamente amenazada, porque las tasas de destrucción del ambiente, tanto acuático como terrestre, son altísimas.
El Santuario Nacional Tabaconas-Namballe, donde se produjo, está rodeado, en gran parte, por áreas de cultivo y pastoreo; fuera del sitio, la destrucción del ecosistema es grave. Ello significa que si no existiera la reserva, esas especies se habrían extinguido sin ser descubiertas, lo que ocurre en muchos otros lugares del planeta.
En todos los casos son especies denominadas microendémicas, lo que significa que sólo existen en una región muy pequeña, por lo que
son muy vulnerables a la extinción.
El experto en conservación consideró que la pérdida de especies representa un colapso de los sistemas ambientales, con repercusiones importantes para el ser humano, como el mantenimiento de su bienestar, porque de la flora y fauna dependen los servicios ambientales, beneficios gratuitos que la naturaleza nos brinda, como la cantidad y calidad del agua y del aire, la fertilidad de los suelos, la polinización de cultivos, y la provisión de productos como madera, forraje y miel.
En el caso del santuario –ubicado al norte de Perú, en la vertiente de los Andes que se perfila hacia el Pacífico– las principales amenazas son la deforestación, la cacería y la minería que se quiere impulsar en el área, señaló.
A raíz del hallazgo, se realizará otra expedición al santuario en el contexto del Segundo Curso Internacional, en Machu Picchu, a realizarse en noviembre próximo.
Además, el gobierno peruano trabaja en la posibilidad de unirlo a otro santuario, para cubrir entre ambos 100 mil hectáreas. También se reforzarán las acciones de conservación locales y continuarán los inventarios para conocer con mayor precisión el valor del sitio.
Ceballos expuso que seguirán con la labor.
Buscaremos a la zorra y a otras especies; podría haber otro puerco espín, porque tenemos un pedazo de piel, es anaranjado, rarísimo, nada parecido a lo que se conoce.
Hay muchas especies no descritas,
y si esto pasa en mamíferos, hay que imaginar lo que ocurre con insectos. Hablamos de millones que no se han descrito científicamente. Por eso, debe conservarse ese territorio.
Además de la descripción de cada especie, se publicará un artículo general en el Proceedings of the National Academy of Sciences, una de las revistas científicas más importantes del mundo
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