El instituto tampoco aplica controles de calidad en pruebas de laboratorio contratadas a privados
Viernes 17 de febrero de 2012, p. 17
Una afectación económica por 430 millones de pesos tuvo el Issste en 2010 por comprar medicamentos sin asegurarse de obtener el mejor precio posible, mientras por la subcontratación de servicios con terceros en las áreas de laboratorios clínicos y bancos de sangre. En particular, una deficiente evaluación de las necesidades causó que hospitales del organismo dejaran de realizar más de 150 mil estudios de laboratorio.
La revisión de la cuenta pública 2010 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que hasta octubre de 2011, 58 pacientes del hospital regional Primero de Octubre esperaban que se les realizaran estudios clínicos para determinar si son candidatos a trasplantes de órganos.
Los contratos plurianuales con empresas privadas para pruebas de laboratorio se adjudicaron sin tomar en cuenta las necesidades reales de los nosocomios en cuanto a los estudios, insumos, consumibles y reactivos.
El análisis también encontró que a algunos hospitales, principalmente el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, no reciben beneficios por los convenios de subrogación de servicios de cirugía de mínima invasión.
Detectó, por ejemplo, que un equipo de artroscopía (para cirugía de rodilla) que ingresó en abril de 2010 aún no había sido utilizado en octubre del año pasado.
Durante el ejercicio 2010, el instituto dispuso mil 909 millones para contratar servicios integrales de tipo médico
. A partir de la revisión de siete contratos, a los cuales se destinaron 697 millones de pesos –24 por ciento del total–, la ASF se percató de diversas irregularidades.
Resultado de la deficiente planeación, los hospitales estuvieron imposibilitados para realizar diversos estudios de laboratorio. Ello a pesar de que los directivos de las unidades médicas plantearon a las autoridades las adecuaciones que debían efectuarse en los contratos antes de su asignación.
Las unidades médicas tampoco contaron con controles de calidad externa que garantizaran la confiabilidad de las pruebas clínicas.
La ASF también encontró que los funcionarios responsables de elegir a los proveedores tampoco verificaron que el instituto tuviera acceso a los mejores precios, de tal suerte que en al menos 72 pruebas los costos unitarios fueron superiores para el Issste hasta en 776 por ciento con respecto a las tarifas de los anteriores proveedores.
Tales deficiencias repercutieron en la atención a los pacientes. El Centro Médico Nacional 20 de Noviembre dejó de realizar 142 mil 34 pruebas de laboratorio y en el Primero de Octubre 12 mil 46, pues no se consideraron en la licitación y tampoco se incluyeron los insumos para efectuar las que sí se contrataron.
Sobre la compra de medicinas, la ASF indicó que en general el instituto cumplió con la normatividad, salvo en ocho claves, que representaron una erogación de 191 millones 320 mil pesos, cuando pudo haber pagado sólo 31 millones 381 mil pesos.
En otras 164 claves, con las mismas características que las adquiridas por otra institución de salud, pagó 270 millones 435.6 mil pesos de más. La causa es la carencia de un mecanismo para efectuar compras consolidadas en el sector salud
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