El tumor maligno más frecuente entre los hombres, totalmente prevenible y curable, es el cáncer de próstata, hasta ahora ignorado, a pesar de que cada año provoca 4 mil muertes, cifra superior a la de fallecimientos por cáncer de mama y cérvico-uterino (por separado), advirtieron especialistas del Instituto Nacional de Cancerología (Incan) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Con motivo del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer aseguraron en conferencia que el padecimiento tarda en promedio 20 años en manifestarse, pero por falta de información se detecta en etapas avanzadas, ya con metástasis. Setenta por ciento de los afectados llega a los hospitales en esta condición, cuando las posibilidades de sobrevivencia son menores a 50 por ciento en los siguientes cinco años.
Miguel Ángel Jiménez, jefe del Servicio de Urología del Incan, dijo que persiste una serie de mitos en torno al cáncer de próstata que obstaculiza la llegada de los varones a los servicios de salud. Existe la creencia de que el tratamiento es peor que la enfermedad, lo cual era cierto hasta hace algunos años, pero la medicina ha avanzado y actualmente, además de que el padecimiento se puede detectar en etapas muy tempranas, cuando las células cancerosas son milimétricas, las terapias, incluida la cirugía, son altamente efectivas.
Resaltó que las probabilidades de éxito están en función de la detección temprana. Por eso tampoco es necesariamente cierto que la cirugía para extraer la próstata deje como secuela impotencia sexual y/o incontinencia urinaria.
Por el contrario, los pacientes sometidos a tratamiento médico oportuno tienen una probabilidad de sobrevida de 15 años libre de la enfermedad; tal vez hasta de morir por otra causa. Y es que, explicó el especialista, la frecuencia más alta del tumor maligno se presenta alrededor de los 60 años de edad.
Entre 15 y 30 por ciento de los casos se registra antes de los 50 años de edad, casi siempre vinculados con una historia familiar de cáncer de próstata, en padres o hermanos, indicó.
Otros factores de riesgo son las dietas basadas en alimentos de origen animal y elevado contenido de grasas, el tabaquismo y la falta de ejercicio físico. También influye si la persona tiene niveles altos de colesterol, indicó Jiménez.
Samuel Rivera, oncólogo del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, destacó que hasta hace seis o siete años no existían tratamientos farmacológicos eficaces para revertir los tumores malignos de próstata, pero en este tiempo ha habido un boom de terapias, con lo cual dejó de ser una enfermedad mortal para convertirse en crónica.
Dijo que el cáncer de próstata es, entre los hombres, la segunda causa de muerte a escala mundial, sólo después de las afecciones cardiovasculares. Entre las neoplasias malignas es la de mayor prevalencia. A pesar de que no existen estadísticas nacionales precisas, la Sociedad Mexicana de Oncología estima que se reportan 5 mil 335 casos anuales y mueren por esta causa 4 mil personas.
Con la finalidad de disponer de mejor información sobre la frecuencia del cáncer prostático, las necesidades de atención y sus costos, la Sociedad Mexicana de Urología realizó un panorama epidemiológico con la información de 300 hospitales del país, a partir de los cuales los especialistas encontraron que entre 2007 y 2009 se reportaron 7 mil 421 casos
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