La próstata es un órgano glandular fibromuscular que se encuentra en la base de la vejiga. Su función, básicamente, es reproductiva. A partir de los 50 años de edad, con el estímulo de las hormonas que provienen de los testículos surgen alteraciones que pueden detonar la aparición del cáncer.
Tiene un peso de 20 gramos y es posible palparla a través del recto. En condiciones normales, su consistencia es similar a la base del pulgar de la mano (blanda y uniforme). Cuando hay cáncer en etapas iniciales se siente dura como una piedra. Esto es lo que el médico puede observar cuando se realiza el examen clínico conocido como tacto rectal.
Un segundo estudio es el antígeno prostático específico, el cual es análisis de sangre que puede o no reportar anormalidad y, sin embargo, no es concluyente ni de salud o enfermedad. Por eso, afirmó Miguel Angel Jiménez, jefe del Servicio de Urología del Instituto Nacional de Cancerología, los varones se deben practicar las dos pruebas. Con una que salga anormal hace necesario realizar otro tipo de estudios clínicos que ayuden al especialista a obtener un diagnóstico definitivo.
Recomendó la realización de las pruebas anuales a partir de los 40 años cuando existen antecedentes familiares directos de cáncer de próstata (papá y/o hermanos) y después de los 50 en todos los casos
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