La automédicación y abuso de analgésicos podría ser letal, pues al consumirlos, además de ocultar el dolor se pueden provocar hemorragías y úlceras gástricas, las cuales, en la mayoría de los casos, no presentan síntomas sino hasta cuando la enfermedad está muy avanzada y que potencialmente podría ser mortal.
Y es que al tomar analgésicos sin prescripción médica se puede enmascarar el verdadero mal
, el cual puede empeorar, por lo que especialistas recomiendan que cuando un dolor persista, sólo el médico debe tratarlo, de lo contrario el malestar se puede agravar.
Gilberto Castañeda Hernández, científico del Departamento de Farmacología del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav), informó que pese a que en México el año pasado se restringió la venta de sedantes, algunas personas aún siguen abusando de su consumo, cuyos excesos pueden incluso llega a la muerte.
En Estados Unidos, dijo, el abuso de fármacos causa más muertes que el cáncer y la diabetes, por lo que propuso que en México se analice el índice de mortalidad a causa de la automedicación
, debido a que las cifras podrían ser similares.
En un comunicado emitido por el Cinvestav, Castañeda Hernández explicó que no obstante que hay una legislación que prohíbe la venta de algunos medicamentos sin prescripción, ésta todavía no se aplica en algunos comercios.
La falta de regulación en la venta de medicamentos y las consecuencias por el consumo excesivo de analgésicos, señala, se debe a que muchos pacientes toman estos compuestos incluso antes de que aparezca el dolor, lo cual se relaciona muchas veces con estrés mental.
El especialista comentó que los medicamentos se pueden clasificar en tres grupos: los seguros o de venta libre, como el paracetamol o la aspirina; los que requieren receta médica para su venta, es decir, los fármacos donde el médico señala dosis para evitar reacciones negativas, como los analgésicos, y los peligrosos, aquellos que sólo pueden suministrarse en hospitales y requieren de mayor control, como los anestésicos.
De acuerdo con Castañeda Hernández, quienes abusan más en el consumo de los analgésicos son los deportistas, ya que, explicó, si se lesionan antes de una competencia “los ingieren con la finalidad de tener una buena participación; sin embargo, puede generar complicaciones y aun acabar con su carrera deportiva.
Refirió que aunque la gente quiere estar bien de manera fácil, siempre debe considerar que la comercialización de medicamentos tiene estudios previos de farmacovigilancia, con base en los cuales los médicos hacen su prescripción.
Los productos milagro no son medicamento, no tienen estas evaluaciones previas de farmacovigilancia, por lo que se desconocen los riesgos de su consumo, concluyó
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