En naciones desarrolladas, los programas de salud y económicos son eficaces, destacan
Algunos de AL no pueden reducir los efectos negativos propios de la tercera edad, subrayan
Sábado 14 de mayo de 2011, p. 33
Frente al inevitable y creciente envejecimiento social de la población, las naciones –en particular las que están en vías de desarrollo– han sido incapaces de reducir los efectos negativos adyacentes, que se reflejan en desempleo, falta de cuidadores, abuso físico y emocional y una marcada ausencia de infraestructura, pero, sobre todo, ante la presencia de enfermedades asociadas a esta etapa de la vida, como diabetes, discapacidades y alteraciones de salud mental, como depresión y demencia, principalmente.
En un número especial dedicado a la vejez, la revista Ciencia, editada por la academia mexicana respectiva, especialistas universitarios afirman que la senectud es uno de los cambios más evidentes en la estructura de la población mundial
.
Destacan que desde hace varios años la mayoría de los países desarrollados presenta un marcado cambio poblacional, al tiempo que los programas y estrategias respectivos han mostrado eficiencia en aspectos sociales y económicos y en el cuidado de la salud. Desafortunadamente, afirman, en naciones el vías de desarrollo, como algunas de América Latina y el Caribe, la situación es diferente.
En la región –advierten– se padece extrema pobreza por desventajas en el desarrollo económico y social y por la inequidad, principalmente de género, además de enfermedades propias de las sociedades constituidas por niños y gente joven.
Es indiscutible el impacto que la salud de los adultos mayores tiene en el funcionamiento de las sociedades, por lo que resulta indispensable fortalecer la capacidad del sector de sanidad en temas sobre atención primaria, rehabilitación y cuidados, así como crear una infraestructura de apoyo a las familias
, propone la revista Ciencia.
Los expertos en el tema, resalta la AMC, destacan que en el caso particular de México la vejez está a la vuelta de la esquina
. En menos de una década, el país será uno de viejos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, las generaciones más numerosas –las que nacieron entre 1960 y 1980– ingresarán al grupo de 60 años o más en el 2020.
Nuestro país ha pasado de tener una población joven y en crecimiento a una envejecida con tendencia a contar con una cantidad cada vez más amplia de adultos mayores.
Datos reflejan la recomposición del perfil demográfico del país
, la cual se caracteriza porque disminuye el porcentaje de personas menores de 15 años y se incrementa población en edad laboral, hechos que modificarán, en corto y mediano plazos, la forma de vida de los mexicanos, subrayan los universitarios.
Asimismo, información del Consejo Nacional de Población (Conapo) reporta que el crecimiento poblacional ha disminuido: en 1990 fue de 2.33, en 2010 bajó a 1.28, y se estima que para el año 2050 la cifra llegue a 0.12, concordante con el descenso global de la tasa de fecundidad.
Frente a ello, los académicos apriemiaron a estudiar a conciencia
y planear estrategias para la atención del envejecimiento poblacional en el país. La forma de envejecer de los mexicanos es del todo diferente a la de los europeos, que ya han transitado por este fenómeno, pero con matices socioeconómicos, culturales, demográficos y de salud diferentes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario