Mario Alberto Reyes
Foto: Adriana Tapia. Más en Galería de Fotos
México DF, marzo 22 de 2011.
Con la exigencia de detener los crímenes contra mujeres que sistemáticamente se cometen en diversas partes del país, integrantes de la comunidad lésbica provenientes de 17 estados de la República, realizaron el pasado sábado la Quinta Marcha Lésbica del Zócalo capitalino al Monumento a la Revolución.
En punto de las 15:27 horas, la movilización arrancó en el cruce de Madero y Plaza de la Constitución acompañada de consignas como “¡Aplaudan, aplaudan no dejen de aplaudir, que el pinche machismo se tiene que morir!, “No seamos cómplices de este gobierno machista y patriarcal!”
Con el lema “Lesbianas guerreras sembrando dignidad”, el contingente conformado por 22 organizaciones del país y uno proveniente de Los Ángeles, California, se desmarcó de la Marcha del Orgullo Gay, realizada en junio de cada año-, por considerar se trata de “un carnaval comercial y mercantil cooptado por diversas empresas fomentadoras del alcoholismo, drogadicción y el ejercicio del sexo compulsivo”.
No obstante que en días previos, el Comité Organizador de la Marcha Lésbica (Comal) solicitó a los “compañeros solidarios” que en caso de asistir a la marcha lo hicieran desde las aceras o al final del contingente, muchos de ellos hicieron caso omiso a la indicación y se mezclaron en la manifestación.
En varias ocasiones las organizadoras, con altavoz en mano, se colocaron detrás de ellos para “invitarlos” a salir de la marcha, pues no se trataba de un festival, “sino de un evento de denuncia”.
“¡Ni Iglesia, ni Estado, ni partido ni marido!”, “¡Esta no es una marcha gay, es una marcha lésbica!”, fueron las consignas que no cesaron durante el recorrido de la movilización.
Una vez en el mitin en el Monumento a la Revolución, el movimiento lésbico-feminista denunció “la guerra no declarada que el Estado mexicano ejerce en contra de la sociedad civil y el pueblo, particularmente hacia las mujeres y activistas sociales con el pretexto de acabar con el crimen organizado”.
Mariana Pérez Ocaña, integrante del Comal, destacó los avances registrados por la marcha lésbica desde su creación y lamentó que los hombres gays no entiendan “que este es nuestro espacio, que necesitamos ser visibles, no es una marcha de fiesta, sino de reivindicación de derechos porque a las mujeres en general y a las lesbianas en particular nos están matando. Si en algún momento deja de haber marcha lésbica, es porque los hombres no lo están permitiendo”.
A la movilización, que culminó con un beso colectivo, asistió Miranda Salman, mujer transexual y entrenadora de la Selección Gay de Fútbol, quien destacó la preocupación de la comunidad transgénero por los feminicidios ocurridos en el país. “Mi presencia aquí puede ayudar a que otras chicas trans se unan a esta marcha”.
De acuerdo con reportes de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, a la Quinta Marcha Lésbica asistieron aproximadamente mil personas, en tanto que el Comal aseguró haber convocado a 4 mil asistentes. En la explanada del Monumento a la Revolución la artista Lilia Valencia elaboró un tapiz alusivo a la movilización.
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