El cura fue liberado horas después por un juez, a condición de que comparezca cada 15 días
Sábado 13 de noviembre de 2010, p. 35
Madrid, 12 de noviembre. El cura de Vilafamés, en el este de España, fue detenido hoy por la Guardia Civil, que encontró en su iglesia más de 21 mil archivos de pornografía infantil, informaron los medios españoles, que citaron a la fiscalía de la provincia de Castellón.
La Guardia Civil española vigilaba desde hace un tiempo al cura en una amplia investigación sobre tráfico de pornografía infantil a través de Internet.
Según la fiscalía provincial, el cura tenía en su computadora personal y en el recinto religioso diversos archivos digitales, de los cuales más de 21 mil contenían imágenes de menores de edad –la mayoría niños y bebes– sufriendo abusos sexuales.
En lenguaje informático, el material incautado supone más de 600 gigabytes de memoria, lo que supone uno de los hallazgos más importantes en los años recientes.
El prelado católico de 52 años de edad y cuya identidad no se dio a conocer, fue detenido durante unas horas y después de tomarle declaración el juez decidió ponerlo en libertad provisional con la condición de comparecer ante los tribunales cada 15 días.
Al sacerdote se le imputa el delito de distribución de pornografía infantil, a la espera de una investigación más profunda sobre el origen del material filmado o fotografiado.
El juez de guardia actuó en contra del fiscal, que solicitó el ingreso en prisión comunicada y sin fianza, ante el riesgo de fuga y la alarma social que provocó el caso contra el sacerdote en la región.
Este nuevo caso de un cura pederasta se suma a otro hallazgo reciente, en septiembre pasado, cuando fue detenido el valenciano de la Ribera Alta por abusar sexualmente de dos menores. El cura, una vez detenido y ante el testimonio de sus víctimas, admitió los hechos y el juez, para sorpresa e indignación de las familias de los menores, se limitó a decretar una medida cautelar de alejamiento tras dejarlo en libertad.
También en mayo pasado, un integrante de la orden de los Carmelitas Descalzos de Castellón fue acusado por un monaguillo de abusos sexuales reiterados, en un caso que está siendo investigado por los tribunales.
El fin de semana pasado, el papa Benedicto XVI realizó una visita de dos días en Barcelona y Santiago de Compostela, en la que atacó con dureza al laicismo radical
, a las leyes que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, la investigación con células madres con fines terapéuticos, la legislación que autoriza la libre interrupción del embarazo e incluso, atacó el anticlericalismo
que prevalece en España.
A diferencia de sus visitas a otros países, Joseph Ratzinger se negó a reunirse con las víctimas de los abusos sexuales por parte de sacerdotes: ni siquiera pidió perdón –como sí hizo en Alemania y en Bélgica–, a pesar de la petición expresa de las asociaciones que representan a las víctimas de los abusos.
Carlos Sánchez Matto, de la asociación Iglesia sin Abusos, expresó entonces quees preciso que los máximos dirigentes en una organización, que ellos mismos describen como claramente piramidal, asuman de forma clara sus responsabilidades, al tiempo que acusó a Ratzinger y a la jerarquía católica española de
encubrimientode los centenares de abusos todavía sin juzgar ni condenar
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