Civiles armados que conforman una llamada "autodefensa" se pertrechan en la cima de un cerro para vigilar Aguililla , un pueblo emblemático del narcotráfico mexicano situado en el convulso Estado de Michoacán, del que han logrado expulsar al violento cártel local "Los Caballeros Templarios".
La incursión de "Los Caballeros Templarios" en el municipio de La Aguililla se ve casi imposible, luego que se conformara un grupo de autodefensa en donde se encuentra Juan Manuel "N", de 18 años de edad, quien fuera bautizado por "Los Templarios" como "El M-3", pero al haber desertado ahora advierte que defenderá con todo a sus paisanos y que no tiene miedo de enfrentar al referido cártel criminal.
"El M-3" salió de Aguililla, Michoacán, cuando tenía 11 años de edad y se pasó a Estados Unidos y al extrañar a sus familiares regresó, por lo que a los 3 años ingresó a "Los Caballeros Templarios", en donde señaló que fue sicario de ese grupo criminal y que obtenía un pago de 500 pesos cuando le daban, por lo que al ir escalando posiciones dentro de ese cártel pasó a cobrar de 3,500 a 4,000 pesos mensuales.
Detalló que al igual que otros 30 jóvenes de entre 15 a 22 años de edad que se encontraban dentro de la banda criminal prefirió irse a su tierra y defender a sus familiares y vecinos de los embates de "Los Caballeros Templarios", esto pese a que ya le pusieron precio a su cabeza, asegurando que no tiene miedo de que lo maten, y presume que conoce el manejo de armas de diversos calibres.
Sostuvo que Servando Gómez "La Tuta" y Nazario Moreno "El Chayo" (quien, según rumores y contrario a la información oficial, sigue vivo), son dos de los más peligrosos y sanguinarios líderes del narcotráfico, pero que ellos como grupo de autodefensa están listos para evitar que "Los Caballeros Templarios" intenten apoderarse del municipio de Aguilillas, tierra que vio nacer a "El M-3".
Con fusiles tipo AK-47 y pistolas, estos hombres hacen rondines en las calles y en la montaña para prevenir una incursión del cártel, especialmente desde los cerros donde los narcotraficantes se encuentran replegados tras la cruenta jornada del pasado martes, en la que protagonizaron siete enfrentamientos con la Policía Federal que dejaron 24 muertos, cuatro de ellos agentes.
"Esto es una guerra (...) la gente está armada, está preparada y está en sus casas. En momento de que tengamos una batalla la indicación es que disparen desde ventanas, de azoteas, pero (que) no salgan a espacio franco" porque no están preparados, dijo a la AFP Jorge Vázquez Valencia, líder del grupo de autodefensa de Aguililla (unos 17,000 habitantes).
"No somos soldados, no somos guerrilleros, somos gente común", sentencia Valencia.
Desde abril han ido surgiendo grupos armados que se denominan "autodefensa" en comunidades de la empobrecida subregión michoacana de Tierra Caliente, formados por vecinos que dicen haberse alzado en armas para defender a la población de las actividades criminales de "Los Caballeros Templarios", uno de los cárteles más poderosos de México.
En Aguililla, un grupo hizo su aparición en la plaza central del pueblo el 26 de junio. "Eran diez (hombres) nada más. Sobre la marcha fuimos recorriendo, fuimos juntando más y más gente", recuerda Uriel Contreras, otro jefe de la autodefensa mientras da órdenes a sus compañeros que hacen vela en un puesto de control.
Estos días, los habitantes de Aguililla están atrapados dentro de este pueblo, sitiado por agentes de la Policía Federal y del Ejército, y padecen desde hace 20 días la falta de gasolina.
Pese al operativo de seguridad lanzado en mayo por el gobierno de Enrique Peña Nieto para resguardar Michoacán, la Policía Federal ha sufrido en los últimos días emboscadas presuntamente de "Los Templarios" en la carretera que lleva a esta bella localidad.
El alcalde, Jesús Cruz Valencia, primo de uno de los jefes de "Los Caballeros Templarios", está ausente del cargo desde la aparición de la autodefensa, comentan en el pueblo.
"Estábamos prisioneros de los cárteles. Ellos administraban la justicia. Si había alguna controversia, algún problema de deuda entre individuos, un trato, ya no se iba al ministerio publico, ya se iba con el jefe de plaza, con el jefe del cártel para que arreglara la situación", explica Vázquez.
En su primer gran refuerzo de seguridad, el gobierno de Peña Nieto (2012-2018) decidió desplegar miles de soldados y policías en Tierra Caliente ante las disputas que se daban entre los narcotraficantes y las autodefensas.
"Los Caballeros Templarios" acusan a las autodefensas de estar vinculadas y financiadas por el cártel contrario "Nueva Generación", que llegó desde su originario Estado de Jalisco (oeste) para arrebatarle territorios en Michoacán, una región con costa sobre el Océano Pacífico clave para la recepción de droga desde Centro y Sudámerica y su tránsito por México.
En el pueblo relatan que la seguridad se deterioró desde 2011 cuando a "Los Templarios" se les fueron acabando los recursos financieros por la guerra que mantienen con otros cárteles y empezaron a cobrar a la gente por casi cualquier actividad.
"Se pasaban de lacras (abusivos) con la gente. Les robaban las vacas, cobraban cuota, a veces mataban gente inocente", dice José Antonio Jiménez Chávez, un miembro de la autodefensa.
Los que más pagaban eran los dueños de aserraderos y concesionarios de minas que cada día sacan de allí unos 100 camiones cargados con unas 50 toneladas de metales. (Con información de OEM-AFP y Raúl Macías).
Aguililla llegó a ser un pueblo próspero, dicen sus pobladores, cuando los hermanos Valencia empezaron a producir mariguana y formaron el lucrativo cártel del "Milenio" en 1999, que dio empleo a muchas personas.
El Cártel del "Milenio" más tarde se unió al de "La Familia", que se escindió luego de que la Policía Federal supuestamente abatió en diciembre de 2010 a su líder y fundador Nazario Moreno alias "El Chayo", creándose "Los Caballeros Templarios".
El gobierno del expresidente Felipe Calderón (2006-2012) dijo que el cadáver de Moreno no había sido encontrado, pero la gente de Aguililla , al igual que algún policía federal en la zona, asegura que está vivo y sigue controlando el cártel.
Aguililla fue también uno de los lugares donde en 2006 se registraron los enfrentamientos con militares que llevaron a Calderón a lanzar la ofensiva contra el narcotrafico primero en Michoacán, su Estado natal, y luego en otras zonas del país que generó una ola de violencia con más de 70,000 muertos durante su mandato.
Siete años después, los hombres armados y mucha gente de Aguililla piden a la Policía Federal que esta vez no se marche del pueblo por el miedo que tienen a que "Los Templarios" regresen a perpetrar una masacre
sábado, 27 de julio de 2013
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