discontinua, dispersa y no sustentable: ONU-Hábitat
Domingo 8 de abril de 2012, p. 29
Con un sistema nacional urbano que incluye 383 centros poblacionales, de los cuales 56 son considerados zonas metropolitanas, en las pasadas tres décadas la expansión territorial de las urbes permitió triplicar su población, incentivando un modelo de ciudaddiscontinuo, disperso y de baja densidad que no es sustentable
, alerta el informe Estado de las Ciudades de México 2011.
El estudio, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) y la Secretaría de Desarrollo Social, destaca que de acuerdo con el Censo Nacional de Población 2010, cerca de 5 millones de viviendas están deshabitadas en el país, entre otros factores por la carencia de servicios básicos, lejanía con el trabajo, escuela y redes de apoyo, pero también por su reducido tamaño y las condiciones de inseguridad.
Actualmente 80.4 millones de mexicanos viven en zonas urbanas, y se estima que para el 2050, el país tendrá 20 ciudades más con un millón de habitantes.
El documento señala que la expansión territorial de las ciudades es resultado de una deficiente regulación del suelo y una escasa oferta de terrenos legalizados para hogares con escasos ingresos.
Se calcula que 90 mil hogares se establecen cada año en zonas no aptas para la vivienda, en condiciones muy precarias, y donde se ha comprobado que cuesta de dos a tres veces más introducir servicios
.
Óscar Terrazas Revilla, experto en planeación urbana de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), destacó que en México las ciudades han crecido de forma más o menos anárquica, sin una expansión ordenada
, en gran medida, consideró, debido a la ocupación de suelo irregular que se destina para vivienda.
Si bien reconoció que el país no padece un problema crónico de vivienda, en parte esto se debe a que en las pasadas décadas los asentamientos urbanos, que fueron los de mayor crecimiento, lo hicieron en suelo ejidal, que hasta antes de la reforma al artículo 27 constitucional aprobada durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, prohibía a los campesinos lotificar sus terrenos.
Las familias con menores ingresos, agregó, no tenían alternativas reales para acceder a predios legalizados y construir una vivienda propia, por lo que se estima que de 40 a 70 por ciento del crecimiento de las ciudades se realizó sobre terreno ejidal ocupado de manera irregular, y que por lo tanto no siempre cumplía con todas las condiciones de seguridad.
Se trataba de acceder a una vivienda de bajo costo, abundó Terrazas Revilla, pero que por mucho tiempo se caracterizó por edificarse en terrenos irregulares y con escaso acceso a servicios básicos como agua, drenaje, luz y vialidades.
El análisis de ONU-Hábitat destaca que 36.7 millones de mexicanos que habitan en cerca de 9 millones de viviendas enfrentan algún tipo de rezago que incluye hacinamiento –donde viven dos o más familias en una vivienda–; aquellas construidas con materiales deteriorados; y las que fueron edificadas con materiales regulares, pero que tienen una duración de calidad menor a 30 años. En total, se estima que 42.4 por ciento de las viviendas con algún tipo de rezago se ubica en zonas urbanas
No hay comentarios:
Publicar un comentario