Leonardo Bastida Aguilar México DF, noviembre 17 de 2011. El Estado laico no debe asumirse sólo como no confesional, sino que debe tener una acción positiva para evitar que sólo una de las posiciones morales domine el espacio público, explicó Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, durante el Foro Estado Laico, Derechos Sexuales y Reproductivos. Desafíos actuales y agenda política. En el evento celebrado en el auditorio Héctor Fix-Zamudio del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el ombudsman capitalino comentó que el Estado no sólo debe decir “yo no tengo fe”, sino que debe poner las condiciones para garantizar la diversidad religiosa, ya que, en caso de no hacerlo, por omisión, fija su postura hacia un grupo de convicciones morales en específico. De esta manera, consideró González Placencia, en temas como los derechos sexuales y reproductivos, el Estado ha confundido las reformas en las leyes de la Ciudad de México que permiten la interrupción del embarazo, y garantizan el matrimonio igualitario, y entonces se ha alineado a los criterios de una moral hegemónica. Así, el titular de la CDHDF, explicó que en los estados donde se ha penalizado el derecho a decidir la interrupción del embarazo, no se comprende que, este, al igual que el matrimonio igualitario son cláusulas de inclusión, las cuales no obligan a ejercer esos derechos, pero ofrecen la posibilidad de hacerlo, en caso de considerarlo necesario, pues estas reformas devolvieron a la ciudadanía la capacidad de decidir sobre su cuerpo o su vida. Aclaró que en el tema de matrimonio igualitario se antepuso el derecho a la no discriminación, y en el de la interrupción legal del embarazo, la premisa de que el Estado no debe decidir sobre el cuerpo de las mujeres, lo cual permitió garantizar que el Estado no ejerza una política integrista en la que no se distinga a la moral del derecho. Para el ombudsman, la defensa del Estado laico es muy importante, ya que la condición para que los individuos puedan ejercer su libertad, es que nadie la monopolice mediante la implantación de un pensamiento, pues en caso contrario, se convierte en esclavo de la discriminación y la intolerancia, y en el peor escenario, de la aniquilación. Al respecto, María Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, explicó que hoy en día, la jerarquía de la Iglesia católica realiza su agenda más allá de la moral sexual, debido a que busca cambios legislativos que le permitan ampliar sus campos de acción, como impartir educación en las escuelas públicas o tener medios de comunicación, por lo que es necesario defender la laicidad del Estado, ya que “pretenden vulnerarla bajo el principio de la libertad religiosa”. Por su parte, Alejandro Madrazo Lajous, investigador en Derecho a la Salud del Centro de Investigación y Docencia Económicas, señaló que en septiembre pasado, durante las discusiones en la Suprema Corte de Justicia de la Nación por las acciones de inconstitucionalidad 62/2009 y 11/2009, referentes a las reformas a las constituciones de San Luis Potosí y Baja California que protegen el derecho a la vida desde el momento de la concepción, se dejó ver, que si bien no se alcanzó la mayoría para desecharlas, siete de los 11 ministros están a favor de la defensa de los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos. Finalmente, Martha Tagle Martínez, ex diputada federal, comentó que la laicidad del Estado representa una garantía de la libertad de conciencia y una autonomía de la sociedad frente a los cultos religiosos, lo cual garantiza a todas las personas igualdad ante la ley. |
lunes, 5 de diciembre de 2011
Estado laico debe evitar que sólo una posición moral domine espacio público: ombudsman
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