Hoy se interna en una sola habitación a más de 4 pacientes con enfermedades respiratorias
Miércoles 30 de noviembre de 2011, p. 42
A pesar de que ya cuenta con el presupuesto y los requisitos legales suficientes, la dirección del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) se ha negado desde hace varios años a construir un pabellón especializado para la atención de pacientes con VIH-sida, lo que ha provocado una tasa de mortalidad hospitalaria innecesariamente alta en ese sector, e incluso un suicidio y un intento de suicidio en tres meses.
En conferencia de prensa, Rubén Antonio Valdés, presidente del Comité de Usuarios con VIH de los Servicios de Salud del INER –colectivo que agrupa a alrededor de mil 300 personas–, advirtió que es urgente construir el llamado Pabellón 13, donde se brinde atención adecuada a los pacientes seropositivos, ya que en la actualidad en el Pabellón 4 se interna en una sola habitación a más de cuatro personas, casi todas con enfermedades respiratorias graves, cuando las normas de sanidad indican que cada una debería estar en un cuarto separado.
La falta de condiciones adecuadas, dijo, ya provocó un suicidio el 18 de septiembre, y un intento fallido de suicidio el 23 de noviembre, además de una tasa de mortalidad hospitalaria de 22 por ciento, cuando en condiciones idóneas ésta no debería pasar de 3 por ciento, como ocurre en Estados Unidos.
La obra, que permitiría abatir el riesgo de contagio y los costos de atención hospitalaria en etapas avanzadas de sida, tendría un costo de 309 millones de pesos –aprobados por la Secretaría de Salud (Ssa)–, y ya cuenta con los estudios de evaluación necesarios y el proyecto ejecutivo, por lo que resulta incomprensible
que el INER se niegue a construir el pabellón alegando falta de estructura administrativa, indicó Valdés.
Por ello, los pacientes seropositivos demandaron reunirse con el titular de la Ssa, Salomón Chertorivsky, para que les aclare las causas del retraso, y que las autoridades del instituto contraten a una empresa externa que realice la obra con toda transparencia, al tiempo que anunciaron la posibilidad de interponer una denuncia.
Por su parte, Eugenia López Uribe, coordinadora general del colectivo Balance, Promoción para el Desarrollo y la Juventud, señaló que a pesar del compromiso del gobierno por dar mejor atención a los pacientes que lo requieren, más de 60 mil personas murieron por causas relacionadas al VIH en 2009.
Asimismo, la falta de detección oportuna sigue causando que más de 95 por ciento de los enfermos sean internados en muy malas condiciones de salud, sobre todo a causa de males respiratorios e infecciones bacterianas, lo cual ya no debería ocurrir si hubiera acceso universal a medicamentos retrovirales y otras medidas sanitarias básicas.
Maricela Contreras, diputada local del Partido de la Revolución Democrática, recordó que desde hace cinco años se gestiona la construcción del Pabellón 13, y aunque la 55 Legislatura consiguió inicialmente 62 millones de pesos para la obra –cifra que llegó con el tiempo a 120 millones–, el entonces director del INER, Fernando Cano Valle, se negó a iniciar los trabajos de edificación.
Esos recursos, sostuvo, se utilizaron para construir una torre médica de investigación, sin dar aviso a nadie y sin que hasta el momento se explique quién autorizó la obra. Hemos tenido innumerables reuniones con (el actual director del instituto) José Rogelio Pérez Padilla, pero no hemos podido avanzar. Necesitamos que nos den una explicación racional de porqué no se ha construido el pabellón; me parece que hay falta de voluntad política, cuando este proyecto incluso sentaría un precedente en América Latina
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