Oaxaca, Oax. 30 de octubre. La imposición
del megaproyecto eólico del Istmo de Tehuantepec, desarrollado principalmente por empresas españolas, ha traído como consecuencia el despojo de más de 12 mil hectáreas propiedad de comunidades indígenas, así como cambio de uso de tierras de cultivo y gran cantidad de conflictos sociales, afirmó el coordinador de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas Torres. Propiamente, ha sido una nueva conquista
, señaló.
El dirigente expuso que las compañías ibéricas, con respaldo del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y del ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz (2004-2010), así como de caciques y autoridades municipales de extracción priísta, han amenazado y presionado a cientos de campesinos y indígenas para arrendar sus tierras hasta por 30 años a cambio de pagos irrisorios
, sin consulta alguna y sin brindar información adecuada.
Los inconformes, añadió, han sido hostigados, perseguidos, y algunos encarcelados y amenazados, sin que autoridad alguna haya intervenido.
Explicó que en el gobierno de Ulises Ruiz los caciques ligados al Partido Revolucionario Institucional (PRI) se convirtieron en operadores del proyecto eólico, y algunos se han convertido en empleados de las empresas españolas encargadas de la construcción de los parques.
Comunidades enfrentadas
Destacó que tierras de alta productividad, como mil 50 hectáreas de la zona de riego del ejido La Venta, producían anualmente unas 10 mil toneladas de granos básicos, pero ahora están ocupadas por cientos de aerogeneradores del parque Eurus, el más grande de América Latina.
Subrayó que el proyecto eólico ha generado graves conflictos sociales y dividido comunidades, como ha ocurrido en La Venta, Ingenio Santo Domingo, La Mata, San Dionisio del Mar y La Ventosa, así como enfrentamientos entre las comunidades ikoots de Santa María con San Mateo del Mar, y entre Unión Hidalgo y La Venta.
En este último conflicto, operadores priístas y golpeadores al servicio de la empresa Demex amenazaron y hostigaron la semana pasada a los ejidatarios de Unión Hidalgo, quienes se oponen a ceder sus tierras para la construcción del parque eólico Piedra Larga, que generará energía para la empresa Bimbo. El incidente terminó cuando los inconformes bloqueaban la carretera Panamericana, y en un zafarrancho para reventar la protesta, sucedido el viernes pasado, murió Reynaldo Ordaz Velásquez, quien presuntamente acompañaba al grupo de atacantes.
El dirigente demandó detener la persecución contra los opositores al proyecto eólico y respeto pleno a los derechos de los pueblos indígenas, así como una investigación imparcial de los hechos de violencia y una moratoria a los proyectos eólicos en el Istmo de Tehuantepec
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