Leonardo Bastida Aguilar
Foto: Xochitl Celaya Enríquez
A tres años de la firma de la Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”, avalada por más de 30 países de América Latina, México, país supervisor del acuerdo, tiene un avance menor al 40 por ciento en los objetivos establecidos. Expertos consideran difícil que se alcance la meta fijada de brindar para el 2015 educación integral en sexualidad.
¿Por qué hay hombres a los que les gusta vestirse de mujeres? ¿Es una enfermedad la menstruación? ¿Qué es la masturbación? Las personas que cambian de sexo, ¿por dónde hacen del baño? ¿Cómo pudo un hombre embarazarse? ¿Por qué a algunas mujeres les dan ganas de hacer sexo? Son parte de las preguntas que alumnos de quinto año de primaria formulan a sus maestras durante un repaso a la lección de aparatos reproductivos del libro de Ciencias Naturales.
Alguna vez, Alicia le dijo a Jazmín que era lesbiana porque le tocó la pierna. A Iván le dicen que es gay porque se junta con mujeres, narra la maestra Gude, docente de quinto año en una escuela primaria de la delegación Iztapalapa, mientras sus alumnos contestan en su cuaderno la pregunta “¿Qué es sexo?”. Para ella, la gran cantidad de información que reciben las y los niños sobre la sexualidad, aunada a la poca voluntad de padres de familia y de algunos maestros para informarlos, provoca confusión en las y los alumnos.
La mayoría de las respuestas a la pregunta de la maestra indican que es “una relación entre dos personas”,“entre dos adultos”, “cuando una mujer tiene relación con un hombre”, “un hombre quiere hacer sexo” o “unas personas venden su cuerpo”. La maestra les aclara que el sexo es lo que nos define como seres masculinos o femeninos.
En otra aula, la maestra Alicia pregunta a sus alumnos cuál es la diferencia entre niños y niñas. Julieta le dice a la maestra que los hombres usan condón y las mujeres no. La maestra Alicia les explica que también existen los condones femeninos. “¡Aaah!”, es la respuesta coral. Bryan le comenta a la maestra que las mujeres se pueden embarazar y los niños no, además de que ellos tienen “sueños mojados”. Sueños húmedos, corrige la maestra e interroga al niño: “¿Qué son?”. Entre risas, Bryan le asegura: “cuando estás dormido y te haces del baño”. Todos sueltan una carcajada y después escuchan de manera atenta la explicación de la maestra sobre la eyaculación.
Material didáctico, rebasado por la realidad
Risitas nerviosas, vergüenza al contestar las preguntas de las docentes, comentarios en voz baja entre compañeros o algunos chistes en voz alta sobre sexualidad son la constante en los grupos visitados por Letra S en una escuela primaria de la delegación Iztapalapa.
Para apoyar esta lección, la cual, de acuerdo con la maestra Alicia, en quinto año abarca los aparatos reproductores y en sexto la reproducción, el docente puede utilizar la Enciclomedia, enciclopedia electrónica desarrollada por la Subsecretaría de Educación Básica, en donde, a través de un video de treinta segundos, se explica a los estudiantes la primera menstruación –menarquia– y la última –menopausia. En otra parte de la lección hay esquemas de cada aparato reproductor y explicaciones sobre sus órganos componentes. Además, el texto les indica que por su edad, están a punto de iniciar su vida reproductiva y amorosa.
Ambas docentes explicaron que carecen de material pedagógico de apoyo que les permita explicar a los alumnos hechos de los que tienen conocimiento como la homosexualidad, la transexualidad, la pornografía o el erotismo, difundidos ampliamente en los medios de comunicación y que provocan muchas dudas en las y los niños, dudas que desean resolver en el salón de clases.
Aunque existe el Manual para el Maestro del Programa Escuela y Salud “Desarrollando competencias para una nueva cultura de la salud”, elaborado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, éste fue distribuido entre el profesorado durante la última semana de junio, a pocos días de terminar el ciclo escolar. El subcapítulo “Sexualidad responsable y protegida” abarca ocho páginas y en él se habla de embarazos adolescentes no deseados porque producen 89 por ciento de los abortos peligrosos.
Ni de panzazo
En agosto de 2008 se firmó en la ciudad de México la Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”, donde los ministerios de Salud y Educación de toda América Latina y el Caribe se fijaron como objetivo garantizar “el acceso a la educación de calidad de toda la población de niños, niñas, adolescentes y jóvenes (…) en ambientes libres de violencia, estigma y discriminación”. Además, apegándose a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se plantea reducir el número de escuelas oficiales que no imparten educación sexual en un 75 por ciento, y reducir en al menos 50 por ciento la cantidad de jóvenes de la región que no tienen acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
De acuerdo con la Evaluación de la Implementación de esta declaratoria, elaborada por la Coalición Mesoamericana para la Educación Integral en Sexualidad –organismo que concentra a organizaciones de la sociedad civil de México, Centroamérica y Perú–, nuestro país presenta un avance de 38.5 por ciento en la implementación de la Declaración. La evaluación, realizada el pasado mes de marzo en Panamá, señala que en México no se ha firmado un convenio formal de colaboración conjunta entre la Secretaría de Educación Pública y la de Salud para trabajar en la declaración.
La Secretaría de Salud ha utilizado un 20 por ciento de los recursos destinados para la ejecución de la declaratoria y un 60 por ciento para realizar una campaña actualizada en medios de comunicación, mientras que la Secretaría de Educación Pública no ha destinado recursos para la implementación de la Declaración. El informe señala que ni el poder Ejecutivo ni el Legislativo han presentado una propuesta de ley o plan nacional para la revisión y adecuación del marco legal para armonizarlo con la Declaración, además no han aprobado partidas presupuestales para su implementación.
El documento muestra que en la Secretaría de Salud, en materia de servicios de salud sexual y reproductiva integral destinada exclusivamente a adolescentes, se brinda consejería y pruebas de detección de VIH, tratamiento integral para infecciones de transmisión sexual, educación en el uso correcto y consistente del condón femenino y masculino, y orientación sobre decisiones reproductivas y métodos anticonceptivos. Aún así, sólo hay un avance de 47.5 por ciento en los objetivos planteados, por lo que no se cumplirá con la meta de reducir en 50 por ciento la cantidad de adolescentes y jóvenes que carecen de cobertura de servicios de salud sexual y reproductiva para 2015.
Por otra parte, el diagnóstico señaló que la Secretaria de Educación Pública actualizó los contenidos y mecanismos didácticos de la currícula básica para incluir criterios de la Educación Integral en Sexualidad en materia de derechos humanos, perspectiva de género, fomento a los valores de una sociedad plural y democrática, pero en los rubros de inclusión de temas relacionados con la diversidad, orientaciones e identidades sexuales, aspectos étnicos y culturales de la educación sexual no se realizó cambio alguno. Tampoco se elaboraron cambios en la currícula para el ciclo escolar 2011/12, ni se ha implementado una evaluación de los programas educativos de nivel básico, ni un mecanismo para evaluar a docentes en temas de Educación Integral de Sexualidad, y sólo se ha capacitado a 67 por ciento de docentes, por lo que sólo hay un avance de 25.7 por ciento en las metas.
José Aguilar Gil, presidente de la Red Democracia y Sexualidad, organización impulsora de la Declaración Ministerial, indicó en entrevista que es difícil un cambio en los planes de estudio porque finaliza el sexenio, y si bien se realizaron algunas modificaciones en los libros de Ciencias Naturales y Formación Cívica y Ética, “no se vislumbra una actualización”.
Al respecto, Gil indicó que faltó actualizar algunos temas debido a que no son abordados con la profundidad suficiente, “están en las currícula y eso hace que los profesores tengan que mencionarlos, pero depende mucho de los docentes y de los autores de los libros el cómo se aborden, porque alguien puede decir que hay que cuidarse del VIH utilizando un condón y otra persona diría que mediante la abstinencia”.
En junio pasado, durante la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida se firmó la Declaración Política sobre el VIH/sida: intensificación de nuestro esfuerzo para eliminar el VIH/sida, la cual en su punto 25 señala que hay una grave preocupación porque los jóvenes de entre 15 y 24 años de edad constituyen más de un tercio de todas las nuevas infecciones por el VIH, y que a nivel mundial se infectan 3 mil jóvenes cada día, “y observamos que la mayoría de los jóvenes todavía tiene acceso limitado a una educación de buena calidad… así como acceso limitado a programas de educación sexual y reproductiva que les faciliten la información, las aptitudes, los servicios y los productos que necesitan para protegerse a sí mismos, pues sólo 34 por ciento de los jóvenes poseen conocimientos específicos sobre el VIH”.
El acuerdo recomienda implementar leyes, mejorar los servicios de salud y educación sexual para la juventud, así como “reducir los comportamientos de riesgo y fomentar un comportamiento sexual responsable, incluida la abstinencia, la fidelidad y el uso correcto y consistente de condones”.
Para las docentes de Iztapalapa, el mayor problema es que sus alumnos, y en algunos casos los padres, piensan que la sexualidad es algo malo, lo cual dificulta dedicar mayor tiempo al tema en el aula, esto aunado a la carencia de materiales que les permitan dar mejores explicaciones a sus alumnos. Ambas coinciden en que uno de los mejores textos de apoyo es el libro Tu futuro en libertad. Por una sexualidad y salud reproductiva con responsabilidad, editado por el Gobierno del Distrito Federal hace tres años. Sin embargo, por disposición de la SEP –instancia a la que Letra S solicitó información sin obtener respuesta–, no puede ser utilizado en las aulas, y aquellos docentes que lo hagan, serán sancionados.
*Publicado en el número 181 del Suplemento Letra S del periódico La Jornada el jueves 4 de agosto de 2011
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