María Parres, una de las internas que reveló la presunta red de prostitución en los reclusorios del Distrito Federal, así como actos de acoso sexual por parte de directivos del penal femenil de Tepepan, denunció que Consuelo Vázquez Solís y Cecilia Díaz Campos, quienes solaparon
la agresión física que sufrió por hacer públicas dichas situaciones, fueron asignadas como directora general y jefa de seguridad del penal femenil de Santa Martha, al cual la reclusa fue trasladada hace ocho meses como medida de seguridad.
Ante esta situación, la mujer manifestó que teme por su integridad física, pues desde la llegada, hace poco más de un mes, de la nueva directora, las medidas de protección que se ordenaron para ella han disminuido considerablemente. Incluso, dijo, ha sido víctima de agresiones verbales de otras internas.
Asimismo, dijo que dos reclusas, a las que identificó como Guadalupe Barroso y Brenda Ramírez, y a quienes acusó de ser las autoras intelectuales
de la agresión que sufrió en el penal de Tepepan, también fueron trasladadas a Santa Martha hace unas semanas.
En entrevista telefónica, Parres explicó que entre las decisiones que ha tomado Vázquez Solís que ponen en riesgo su integridad está que en la estancia en la que ella se encuentra han sido colocadas reclusas de alta peligrosidad
, acusadas de delitos como secuestro y homicidio.
Asimismo, explicó que de tres custodias que estaban a cargo de su seguridad, acompañándola en todo momento, actualmente sólo una cumple con esa función, la cual, además, no cuenta con radio para pedir ayuda en caso de alguna emergencia.
María Parres manifestó que pese a que ha denunciado esta situación tanto ante las autoridades penitenciarias como a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), ambas dependencias han hecho caso omiso, y sólo cuenta con el apoyo de la Comisión de Derechos Humanos local, que es la única instancia que ha mostrado interés por su caso.
En octubre pasado, la interna denunció ante la PGJDF a los directores jurídico y del centro escolar del penal femenil de Tepepan, Ricardo Márquez Hernández y Carlos Retana Jiménez, de forzar a reclusas a tener relaciones sexuales con ellos. Aunque se inició una averiguación e incluso se arraigó a los funcionarios durante 30 días, fueron liberados por falta de pruebas.
Sin embargo, dicha acusación provocó que un grupo de internas la golpearan durante varios minutos, sin que las custodias trataran de impedirlo, según denunció públicamente en su momento, lo que originó que la Subsecretaría del Sistema Penitenciario la trasladara a Santa Martha, con el argumento de garantizar su seguridad
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