Guillermo Montalvo Fuentes México DF, mayo 23 de 2011. De acuerdo con Juan Carlos Hernández, psicólogo social por la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, entre las características de la educación sexual mexicana están la homofobia y la misoginia, lo que implica un “gran sesgo” en la información que reciben niños, niñas, jóvenes y adolescentes. “Cuando se dice en los libros de texto que la masturbación aparece durante la adolescencia del hombre, la mujer adolescente que se masturba piensa, a mi no me mencionan, entonces lo que hago puede que esté mal; y algo parecido sucede con el tema de la homosexualidad”. Para Hernández Meijueiro, este tipo de “omisiones o sutilezas” pueden contribuir a generar, en el caso de las personas de la diversidad sexual, una homofobia interiorizada, la cual daña la construcción de la personalidad del hombre gay o la mujer lesbiana, pues afecta la autoestima, y por consiguiente, el autocuidado. “Esto representa un problema porque ¿cómo le pides a alguien que se cuide, que sea responsable y use condón, si lo que quiere es morirse?”. Por tal motivo el psicoterapeuta subrayó la importancia de no permitir que la ultraderecha monopolice el discurso de los valores, sobre todo en la educación. Al respecto, Marco Caetano, investigador de la Universidad de Río de Janeiro, coincidió en que las estructuras educativas “legitiman” el androcentrismo y la heteronormatividad, arraigados en muchas sociedades. De acuerdo con el académico, en la mayoría de los países de América Latina no existe una democracia sexual, pues tenerla implica “desmantelar muchas barreras de orden racial, económico, de género o de acceso a la educación”. Un primer paso para conseguirlo, explicó Caetano, es empezar por la construcción de la ciudadanía, entender que vivir sin homofobia exige vivir sin misoginia, pues, dijo, sólo así se podrán controlar las tecnologías pedagógicas de la escuela y la cultura, a favor de esa democracia sexual. Las opiniones de ambos especialistas se dieron como parte del simposio “El impacto de la homofobia en el acceso a los servicios de salud y educación”, en el que también participaron Javier Marmolejo, investigador docente de la UACM, Gloria Careaga, secretaria general de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA), Estefania Vela, investigadora del programa Derecho a la Salud del CIDE, Violeta Barrientos, investigadora de la universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima, Perú, y Xabier Lizarraga, investigador del INAH. |
viernes, 27 de mayo de 2011
Educación sexual mexicana, misógina y homófoba, aseguran especialistas
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