sábado, 30 de abril de 2011

La violencia sexual en el ámbito educativo se puede prevenir con información

  • Expertos señalan que es un fenómeno constante en América Latina
  • Niños, niñas y jóvenes deben tener herramientas para reducir riesgos, afirman
  • Guillermo Montalvo Fuentes
    Foto: Guillermo Montalvo Fuentes
    México DF, abril 28 de 2011.
    Ese viernes, como todas las mañanas, Patricia Flores fue dejada por sus padres en la primaria; horas más tarde, al momento de la salida, la niña no apareció, nadie en la institución educativa conocía su paradero y lo más conveniente fue evadir responsabilidades, incluso por parte de la policía, que por tratarse de un fin de semana festivo, argumentó nada podía hacer. Así, la búsqueda de Patricia corrió a cargo de su familia, hasta que cuatro días después la encontraron, con signos de tortura, violación y estrangulamiento, en uno de los depósitos de basura del colegio.
    Al respecto, la abogada y especialista en derechos humanos Katherine Romero, y Jorge Luis Silva Méndez, profesor del Departamento de Derecho en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, coincidieron en señalar que un factor para disminuir la violencia sexual en las escuelas es brindar información al respecto desde temprana edad, con el fin de que niños, niñas y jóvenes tengan la capacidad de identificar situaciones de riesgo.
    De acuerdo con Romero, no son pocos los casos documentados de violencia sexual educativa en los colegios públicos de América Latina. El asesinato de Patricia Flores ocurrido en Bolivia ha tenido réplicas en otros países de la región.
    Paola Guzmán, estudiante ecuatoriana de 14 años fue víctima de abuso sexual por parte del subdirector de su escuela, agresión que se dio en repetidas ocasiones por dos años; hasta que finalmente se suicidó al enterarse de que estaba embarazada.
    En México, el caso público más reciente es el de Luis, un niño de cuatro años presuntamente violado por un maestro y otro hombre en un colegio de Oaxaca.
    Sin embargo, la especialista señaló que no siempre el final de una historia de esta índole debe ser trágico para considerarse una agresión, pues un roce, un insulto, un golpe o una proposición por parte de los docentes, son ya hechos que representan un riesgo, muy común al que se enfrentan los niños y jóvenes estudiantes.
    Para Silva Méndez, el tema de la prevención a través de la información es vital, pues otorga la capacidad de prevenir un acontecimiento y de tomar una decisión. “No importa si se trata de un niño, para eso hay técnicas especiales, para transmitirles educación sexual y que se den cuenta que son víctimas de abuso”.
    De acuerdo con el académico, uno de los factores que complican el problema es que las situaciones de violencia en las escuelas se resuelven dentro de las mismas, ya que los alumnos no saben a qué lugares pueden acudir fuera de la institución educativa.
    Al respecto mencionó que la Unidad de Atención al Maltrato y Abuso Sexual Infantil, dependiente de la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal, es una de las opciones a las que se puede recurrir para levantar una queja. Sin embargo, los expertos coincidieron en que la situación se complica cuando la agresión se comete en contra de una mujer, ya sea niña o adolescente, pues entonces el proceso se entorpece por los estereotipos de género que llegan a tener muchas de las autoridades judiciales.
    Trasladar la responsabilidad a la víctima o a los familiares, no considerar el tema como prioritario o descalificación son algunos de los estereotipos que podrían generar falta de justicia ante las agresiones cometidas en contra de mujeres en instituciones educativas.
    “Casos emblemáticos de violencia sexual educativa en las Américas y la responsabilidad de los Estados” fue el nombre de la conferencia en la que participaron Katherine Ramos y Jorge Silva, como parte del Taller Derechos Sexuales y Reproductivos 2011.
    El taller es ofrecido por el Área de Derechos Sexuales y Reproductivos del Programa de Derecho a la Salud, coordinado por Alejandro Madrazo Lajous, en la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
    La próxima conferencia se tiene programada para el 4 de mayo, donde el antropólogo peruano Jaris Mujica, hablará sobre “La vida de la persona y la vida del viviente. Consideraciones biopolíticas sobre la noción de vida humana de los derechos sexuales y reproductivos”.

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