Falta de empleo, principal problema de los jóvenes, luego de las adicciones

Jóvenes de entre 18 y 29 años consideran en un porcentaje de 35.6 por ciento que la falta de empleo es el principal problema que enfrentan, luego de las adicciones, con 11.1 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación 2010, a cargo del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y del área de investigación aplicada del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En el grupo de edad de entre 12 y 17 años, la mención principal fueron las acciones, con 20. 7 por ciento y, después, el empleo, con 12.3 por ciento.

Del total de los encuestados que incluyó la visita a 13 mil 751 hogares, de los que se obtuvo información de 52 mil 95 personas en todo el país, 26 por ciento indicó que alguna vez ha sentido que sus derechos no han sido respetados por no tener dinero; 20.2 por ciento, debido a su apariencia física, y 19.8 por ciento, por su edad.

Al mencionar los mayores factores de división en el lugar donde viven, seis de cada 10 entre el grupo de 12 años o más, consideró que la riqueza desequilibra mucho, mientras 46.9 por ciento estimó que un factor que divide son los partidos políticos.

De los encuestados, 9.1 por ciento dijo estar de acuerdo con que los indígenas son pobres porque no trabajan lo suficiente, cifra que se eleva a 14.2 por ciento, en el caso de quienes carecen de escolaridad, informó la UNAM en un comunicado.

Por otra parte, 12.4 por ciento dijo estar de acuerdo con la frase muchas mujeres son violadas porque provocan a los hombres.

No estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales 43.7 por ciento de los entrevistados; 35.9 por ciento no recibiría a enfermos de sida, y 26.6 por ciento a extranjeros.

Al cuestionar a las entrevistadas cuál es el principal problema de las mujeres en México hoy, 21.3 por ciento señaló el empleo; 14.9 por ciento temas relacionados con la inseguridad, y 11.4 por ciento aludió al maltrato, el acoso y la violencia.

En una escala de uno a 10, la familia aparece calificada con 9.1 en materia de credibilidad, seguida de las universidades públicas, con ocho