Tachan usuarios la medida como absurda y discriminatoria hacia la comunidad gay
Algunos viajeros apoyan la restricción para evitar asaltos, pero padecen aglomeraciones
Domingo 6 de febrero de 2011, p. 31
La decisión de las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo Metro de restringir el acceso a los últimos vagones de los trenes después de las 22:00 horas, generó posiciones encontradas entre los usuarios: para algunos es una medida absurda
y discriminatoria
hacía la comunidad homosexual, y para otros es una manera de garantizar la seguridad
.
Lo cierto es que la medida, que a decir de las autoridades se implementó apenas el viernes por la noche, provocó que minutos antes de la medianoche se registraran aglomeraciones características de horas pico.
Es inútil una restricción como ésta. Es mentira que la razón fuera la inseguridad. Todos sabemos que es por la comunidad gay y ello toma otra perspectiva
, aseguró Karina Mora, quien abordó un vagón minutos después de las 23:00 horas en la estación General Anaya.
En la parte final de los andenes, elementos de la Policía Auxiliar restringían el paso. Explicaban que la medida era para proteger la integridad de los usuarios
, pues durante las últimas semanas se habían registrados asaltos
.
A las 23:30 horas, los vagones 2096 y 2097 del convoy de la Línea 2, que corre de Taxqueña a Cuatro Caminos, venían llenos. En la estación Allende el conductor tuvo que realizar cuatro intentos para el cierre de puertas: Vamos tan apretados como a la hora que entro a la escuela
, refirió un joven.
“Si es para evitar asaltos está muy bien. Viajo seguido a estas horas y es cierto que el Metro es utilizado por algunos para ‘ligar’, no es una cuestión de discriminación por preferencia sexual, ni nada por el estilo, pero sí me ha tocado ver cada cosa; también he sabido de asaltos”, indicó Andrés Cruz, vecino de Coyoacán que se dirigía a la estación Miguel Ángel de Quevedo de la Línea 3.
En la estación Hidalgo de la Línea 2, con dirección a Cuatro Caminos, se registró un intervalo de nueve minutos entre cada tren. Tras el arribó de un convoy a las 23:31 horas, el siguiente llegó a las 23:40, lo que provoco aglomeraciones. A diferencia de lo que ocurre en horas pico, en que hay vagones exclusivos, en esta ocasión las mujeres tuvieron que pelear cada espacio para ingresar.
Está mal. Hay mucha gente que viaja a estas horas y necesita el servicio. Yo soy del ambiente (gay) y sí me siento discriminado. La ciudad se ha abierto y debemos mantenernos en esa línea. Además es un mito urbano que vengamos a fajarnos aquí, refirió Adrián
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