Desde 2003 la Alianza WWF-Telcel trabaja en su conservación
Cayó 50% el flujo de turistas debido a la percepción de inseguridad
La pérdida forestal ha ido a la baja
Martes 15 de febrero de 2011, p. 41
La presencia de ejemplares de la mariposa monarca en la reserva de la biosfera que se encuentra entre Michoacán y el estado de México se duplicó durante este periodo, en comparación con el ciclo anterior, indica un informe de la alianza Word Wind Fund (WWF)-Telcel y la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp).
Sin embargo, en la actual temporada se estima una caída de 50 por ciento en el flujo de turistas, debido a la percepción de inseguridad que existe
, dijo el director de la reserva, Rosendo Caro Gómez, quien precisó que cada año llegan 120 mil visitantes.
De acuerdo con el monitoreo realizado en diciembre pasado, se encontró un incremento de 109 por ciento en la presencia de ejemplares de la mariposa, en comparación con el periodo de 2009-2010. Se observaron ejemplares en 4.6 hectáreas en promedio, mientras en otros años ha sido en 1.92 hectáreas, explicó Omar Vidal, director en México de WWF.
En conferencia de prensa informó que también se encontraron nueve colonias con presencia de estos insectos, lo cual es un resultado alentador respecto de la temporada pasada y muestra una tendencia de recuperación de la población de esta especie
, que es común para Estados Unidos, Canadá y México.
El estudio reveló que de las nueve colonias detectadas cuatro están dentro de la reserva, dos más en Michoacán y tres en el estado de México. Los lepidópteros viajan de Estados Unidos y Canadá para hibernar en los bosques de oyamel de estos estados, específicamente en el polígono de la reserva de la Mariposa Monarca.
La reserva, con una superficie total de 56 mil hectáreas, incluye bosques de los dos estados y desde 2003 la alianza WWF-Telcel trabaja en su conservación, explicó Marcos Linares, subdirector de Mercadotecnia de Telcel. Agregó que también se trabaja en la conservación del jaguar y de 15 especies prioritarias del mar de Cortés.
Vidal explicó que a partir de 2003 se comenzaron a hacer los monitoreos de la especie en el área natural protegida. Dijo que en 17 temporadas se han presentado fluctuaciones en la ocupación de la especie en cuanto a superficie forestal, con registros máximos de 18 hectáreas en 1996, hasta el mínimo de 1.92 registrado en diciembre de 2009, cifra que en la actual temporada se duplicó.
Mencionó que en la temporada pasada decreció el número de ejemplares en la reserva debido a que en Estados Unidos y Canadá el verano fue más frío, es decir, las condiciones climáticas hicieron que se redujera la fertilidad del lepidóptero.
Entre los resultados del monitoreo, Vidal también destacó que la pérdida forestal en la reserva ha ido a la baja. Entre 2003 y 2005 la tala clandestina llegó al máximo, con 479 hectáreas, lo cual para 2008-2009 bajó a 53, aunque en 2010 se perdieron 117, de éstas sólo 1.5 fueron por tala ilegal, y 106 por vientos extremos y lluvias; y el resto a causa de los incendios.
Caro Gómez, director de la reserva, indicó en entrevista que la población local tiene el bosque como recurso natural para el trabajo, por lo que para evitar que recurra a la tala hay que diversificar sus actividades productivas, como cultivo de hongos, viveros y la oferta turística, para que haya visitantes no sólo en invierno –cuando llega la mariposa–, sino todo el año, pues es una zona rica en paisajes y gastronomía.
La afluencia de visitantes se redujo en esta temporada, pero no hay mal que dure cien años, esto va a pasar, mucha gente que visita el área se da cuenta que en la región la inseguridad ha sido más que nada una percepción. La gente de la zona es amable y respetuosa
. Dijo que todavía queda febrero y marzo para observar la mariposa, por lo que se espera que haya más turistas en lo que resta de la temporada.
El turismo es una actividad económica que repercute en otras, no sólo en quienes en la reserva reciben ingresos por la visita, sino en hoteles, transporte, restaurantes. La situación actual tiene que pasar y la gente se tiene que dar cuenta que la oleada de violencia es un asunto pasajero.
hay gran participación de los ejidos y comunidades para conservar su territorio y las acciones de organizaciones de la sociedad civil ayudan mucho
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