Miércoles 20 de octubre de 2010, p. 42
El 2 de marzo la niña Mayra Martínez Herrera fue encerrada 19 horas en un salón de la escuela primaria Lázaro Cárdenas, en Uruapan, Michoacán, como castigo por hablar en clase
, y aunque la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) investigó el asunto y emitió una recomendación, las autoridades educativas locales siguen sin acatarla.
Tal fue la denuncia que realizó ayer la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), organización que convocó a una rueda de prensa en la que explicó los detalles de este caso, que a ocho meses de ocurrido sigue sin resolverse.
Alejandra Herrera Cervantes, madre de Mayra, explicó que buscó a su hija varias horas hasta que el conserje dejó salir a la niña del salón donde la profesora María Dolores Servín Rodríguez la encerró toda la noche para castigarla por hablar en clase, lo que negó cuando se le pidió una explicación y buscó la protección del director, Arturo Carrillo López, quien justificó la medida disciplinaria.
Herrera Cervantes recurrió al visitador regional de la CEDH, Wilfrido Navarrete, quien le sugirió cambiar de escuela a Mayra y a su hermano Lenin, ante las intimidaciones de Carrillo López.
Susana León, representante legal de Herrera, aseguró que las autoridades judiciales y educativas de Michoacán han manipulado el expediente para proteger a Servín y a Carrillo, y se han resistido a averiguar lo ocurrido.
La CEDH emitió una recomendación en la que pide a la Secretaría de Educación local que determine la responsabilidad de Servín y Carrillo, prohíba la imposición de castigos indebidos, y reinstale a Mayra y Lenin Martínez, quienes no toman clase desde hace ocho meses dado el clima de hostilidad que se desató.
La solicitud no ha sido atendida por la dependencia gubernamental que es el tercer organismo que más quejas acumula en Michoacán por violaciones a los derechos humanos: 272, señaló Verónica Morales, coordinadora de comunicación de la Redim.
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