México, DF. En lo que va de la presente administración, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene registrado que han muerto 565 civiles como resultado de operaciones del Ejército en distintos estados de la República, en los que se incluyen presuntos delincuentes abatidos durante enfrentamientos.
El estado con el mayor número de muertes como resultado de operativos del Ejército Mexicano es Tamaulipas, con 122 personas fallecidas y más de 40 heridos; seguido por Nuevo León, 86 muertos y más de 25 lesionados.
Entre los civiles fallecidos en operaciones en los que participó el Ejército se encuentran los niños Martín y Brayan Almanza Salazar, que murieron por disparos de arma de fuego cuando circulaban a bordo de un vehículo en compañía de su familia, en una carretera de Ciudad Mier, Tamaulipas.
En su informe oficial sobre los hechos, la dependencia federal indicó que el vehículo de la familia se encontraba entre un grupo de delincuentes que agredieron al personal militar, por lo que los menores fallecieron a causa del fuego cruzado.
De igual forma, entre los fallecidos se encuentran Vicente de León Ramírez y su hijo Alejandro de León Castellanos, quienes murieron luego de que efectivos castrenses dispararon al vehículo en que viajaban en una carretera de Nuevo León, al no haber atendido la orden de detenerse para una inspección en un retén, situación que la esposa de la víctima negó.
En el recuento elaborado por la Sedena no se establece cuántas, del total de civiles fallecidos, eran inocentes y murieron por encontrarse en las inmediaciones donde ocurrieron los hechos o producto de una confusión, como ha ocurrido en retenes instalados en Sinaloa y Nuevo León.
Este tema fue un punto de discusión en mayo pasado, cuando el Congreso de la Unión solicitó al Ejecutivo Federal un registro de los civiles que han muerto en la llamada "lucha contra el narcotráfico", tanto por los enfrentamientos entre grupos de delincuentes, como aquellos fallecidos a consecuencia de operaciones militares o la Policía Federal.
En ese entonces, los legisladores emplazaron al gobierno federal para que precise cuántos de los fallecidos en estas operaciones eran sicarios o integrantes de las organizaciones criminales, y cuántos son civiles inocentes, pues denunciaron que sólo entre el dos o cinco por ciento de los detenidos, son procesados.
De igual forma, cabe recordar que dos estudiantes de posgrado del Tecnológico de Monterrey murieron cuando el Ejército Mexicano perseguía a un grupo de delincuentes que se refugió en las instalaciones de la institución educativa, donde continuó el enfrentamiento.
La Sedena tiene el registro de que la tercera entidad con más muertes ocurridas durante operativos militares es Guerrero, con 81 y ocho heridos, en tanto que el cuarto lugar lo ocupa Durango, donde hasta la fecha han reportado el deceso de 57 civiles en operaciones realizadas por el Ejército y han resultado con lesiones alrededor de una decena de personas.
Sinaloa es una de las cinco entidades con más muertes de civiles registradas, con 32 fallecidos, entre los que se encuentran el narcotraficante Ignacio Coronel, alias Nacho Coronel, uno de los líderes del cártel de Sinaloa, así como su sobrino y posible sucesor, Mario Carrasco Coronel, en tanto que la cifra de heridos llega a cerca de 10.
La Sedena registra en su estadística que las entidades con menos muertes durante operaciones realizadas por el Ejército Mexicano en lo que va de esta administración son Chiapas, con cuatro; Tabasco y Querétaro y el Estado de México con tres; Aguascalientes, Hidalgo y Nayarit con una, y reporta que en Morelos sólo ha resultado herida una persona.
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