México: Gobierno y legisladores PAN/PRI otra vez nos jodieron; ¿lloraremos como cobardes, sin resistir?
Pedro Echeverría V.
1. Los diputados del PAN, PRI, Verde y otros aprobaron hace unos días más impuestos directos y aumento indirectos al consumo (IVA); pero como en diferentes sectores surgieron muchas protestas contra esos aumentos, para silenciarlas los senadores demostraron su disgusto contra lo aprobado por los diputados y prometieron que repararían a fondo los errores. Después de una semana –cuando el movimiento de los electricistas ocupaba el lugar más alto, los legisladores de esos mismos partidos (PAN, PRI, Verde) parieron chayotes, ratones y pulgas y nada cambiaron; pero sí lograron parar la mayoría de los gritos y protestas. Hoy todo parece haber regresado a la calma. ¿Hasta qué grado esa maniobra sirvió también para desviar la lucha de los electricistas pasándola a segundo término? Ya veremos si se aprueba la huelga general el cinco.
2. Los mexicanos son conocidos en el extranjero como “muy machos” y a las mujeres como “aguerridas”, pero por más que nos joden por los gobiernos y los empresarios no hacemos nada para defendernos. Los magnates de la televisión, los multimillonarios Azcárraga y Salinas Pliego -junto a sus corifeos- nos tienen atrapados con sus mentiras y manipulaciones televisivas. De tal manera que cuando nos golpean con aumentos de precios, con impuestos, con más miseria y desempleo, pareciera que no entendemos ni nos damos cuenta; por el contrario nos pasamos repitiendo como tontos lo que la radio y la TV nos dicen: que cualquier sacrificio que hagamos será siempre “en beneficio de la patria”. Vemos a empresarios y gobierno acumulando riquezas y propiedades, paseando frente a nosotros sus latrocinios, y quizá hasta estaríamos puestos a besarles los pies.
3. Han golpeado y explotado tanto a los trabajadores, y la radio y la TV han tratado de hacerlos tontos e imbéciles, que los mismos obreros tratan de evitar que sus hijos sean trabajadores como ellos. Llega un momento en que los trabajadores justifican el mal trato que les imponen los patrones y muchas veces ellos mismos quieren ser capataces y agentes patronales. La ideología de la clase obrera se pierde en la medida en que son derrotadas sus luchas y la clase empresarial triunfa y les ofrece estabilidad. Parecería que todas las luchas obreras –como es el caso de los electricistas del SME que han sido vanguardia de las luchas sociales- a pesar de contar con apoyos de organizaciones, no han logrado romper la dura campaña que gobierno, empresarios y medios de información han desarrollado contra ellos. Un alto porcentaje de la población repite lo que la TV propaga.
4. Los legisladores “de oposición” se quejan contra los malos porque ellos (los buenos) –como siempre- son derrotados en las cámaras; nunca han ganado una. Pareciera que con esa “oposición” en la legislatura se puede decir que hay democracia en el país y el presidente ilegítimo puede demostrar que en México hay un régimen de libertades. ¿Vergüenza? Los padres no tendrán vergüenza ante sus hijos por no defenderse por cobardía porque lo que les enseñan en su casa es lo mismo que escuchan en la iglesia y en la escuela, además que lo ven el la calle. ¿No les enseñan acaso a sus hijos el individualismo, es decir, a no meterse en nada y a sólo preocuparse por sus propios intereses? ¿Para qué oponerse y causar molestias a los de arriba -dicen- si es mejor acomodarse y obedecerlos para luego recibir un premio o por lo menos una sonrisa de simpatía?
5. Pareciera que cuando salimos a la calle –lo he hecho durante 50 años- sólo nos desahogamos. Le mentamos la madre al gobierno, a los empresarios y a los legisladores en discursos y consignas pero de ahí no pasa. Durante esos años he pensando –sobre todo en medio de la agitación- que la izquierda es cada vez más fuerte y numerosa, que se acerca el día de la liberación, pero la brutal explotación del trabajo, la opresión y la miseria siguen igual o quizá peor. Me he equivocado siempre que me he dejado llevar por las emociones del momento y he dejado de hacerle caso a mis reflexiones reales y objetivas. ¿Cuántas veces y en cuántos años hemos reunido en el Paseo de la Reforma, en la avenida Juárez y en el Zócalo de la ciudad de México, así como en Oaxaca, Guerrero, Michoacán a cientos de miles de manifestantes para que todo siga igual?
6. ¿Podrá pensarse acaso –algunas veces- que esas grandes marchas, predominantes de clases medias, sólo han funcionado como distractores? En 1968 las grandes marchas estudiantiles y el brigadeo fueron las que dieron la mayor fuerza al movimiento; pero en el movimiento de 1958/59, de obreros ferrocarrileros, las marchas fueron secundarias pues la fuerza surgió de los poderosos paros con precisión y unanimidad, antecedidos por brigadas y asambleas. Si así fuera, quizá en lugar de citar a tantas movilizaciones en la ciudad primero habría que hacer más volantes, folletos, brigadas, pequeñas reuniones y asambleas. Para llamar a movilizaciones en las calles antes hay que intensificar el trabajo de información en las fábricas, las escuelas, los demás centros de trabajo y de volanteo en las calles. La gente necesita información y formación anticapitalista.
7. Se ha demostrado ya con datos duros, con cifras precisas la manera de cómo con estas alianzas de legisladores del PAN y del PRI lesionan bárbaramente los intereses de los trabajadores. También ha quedado claro cómo los acuerdos últimos benefician a los 500 empresarios más poderosos al país que no pagan ni están dispuestos a pagar impuestos. El presidente de la República se ha arrodillado ante ellos primero para pedirles “que paguen aunque sea un poco” y después para pedirles perdón por haberse atrevido a hablar de ellos. Todo eso es vergonzoso, pero mucho más para la izquierda que -por lo menos en los últimos 50 años- no ha logrado que la población sea menos miserable. De todas maneras hay más tiempo que vida: quizá podremos lograr algunos cambios en beneficio del pueblo en los otros 50 años siguientes.
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