San Cristóbal de las Casas, Chis., 20 de julio. Este domingo concluyó en el ejido Arimatea, Palenque, el Foro regional indígena de resistencias y alternativas, en el que participaron comunidades de los municipios de Palenque, Salto de Agua, Comitán, Tumbalá, Chilón y San Cristóbal de Las Casas. Todas ellas adherentes a la otra campaña y en resistencia civil.
Los asistentes externaron su rechazo a los proyectos ecoturísticos “que el gobierno pone en manos de gente que milita en el los partidos Revolucionario Institucional o Acción Nacional, con la finalidad de disputar espacios y debilitar a las organizaciones sociales de izquierda, como en Agua Azul, Agua Clara, Misol-há, San Sebastián Bachajón, El Naranjo y Roberto Barrios, donde los que resultan agredidos y afectados son principalmente los hermanos bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los adherentes de la otra campaña”.
El foro se pronunció contra la construcción de las carreteras de San Cristóbal-Palenque-Ruinas, y Suclumpá (Salto de Agua). Éstas “beneficiarán a los ricos y afectarán tierras y propiedades de las comunidades indígenas” no consultas ni tomadas en cuenta.
Los asistentes, miembros de Xi’nich, Resistencia Civil, la organización Cedic y pobladores del municipio autónomo Comandanta Ramona, entre otros, denunciaron la reconversión productiva, que pretende “desplazar la producción tradicional y ancestral de las comunidades en beneficio de las empresas trasnacionales agroindustriales”, y el uso de agroquímicos y pesticidas “que promueven las instancias oficiales y los medios de comunicación”.
El foro se pronunció contra la imposición de Procampo, Oportunidades y Proárbol, pues “traen división, choque entre los pueblos, destrucción de la cultura, cambio de mentalidad de los jóvenes y desprecio”.
Otro problema discutido en Arimatea fueron las altas tarifas de la energía eléctrica, además del incremento de impuestos sobre la tenencia de tierra, gasolina, servicios médicos y productos de primera necesidad. Son “impuestos que nuestros pueblos tienen que pagar al gobierno por servicios mal prestados”.
Las organizaciones denunciaron que durante los procesos electorales, los candidatos “vienen a nuestros pueblos a buscar el voto con amabilidad y discursos de solidaridad, pero nada más llegan al poder nos desprecian, y cuando solicitamos solución a nuestras demandas de manera organizada, nos reprimen con la policía federal y el Ejército”.
El foro se pronunció por la liberación inmediata de los presos políticos de Candelaria (Campeche), San Sebastián Bachajón y todo el país, y exigió cesar “la represión a los procesos organizativos que se han inconformado con este mal gobierno”.
Los asistentes llegaron a una conclusión preocupante: “Hemos analizado que marchas, mítines, boletines de prensa y denuncias de los organismos defensores de derechos humanos ya no tienen un efecto frente al gobierno, mientras que la represión continúa como una de las formas en las que el gobierno se mantiene en el poder”.
Finalmente, el foro regional se pronunció por el respeto y reconocimiento de las organizaciones sociales que luchan por la defensa de la tierra y el territorio; por el fortalecimiento de los usos y costumbres de pueblos y comunidades autónomas, y que éstos “fortalezcan su soberanía alimentaria, procurando preservar y recuperar la producción tradicional”.
Los asistentes reconocieron “el esfuerzo de las organizaciones y comunidades que luchan por un proceso alternativo en la defensa de la tierra, rechazando los programas de privatización y nombrando a sus autoridades alternativas, capacitando técnicos para tomar la energía eléctrica en sus manos, construyendo una producción orgánica y saludable y buscando la soberanía alimentaria, entre otros procesos que ya caminan en los pueblos, para conservar sus propias semillas y fortalecer el uso de la medicina tradicional”.
Los asistentes externaron su rechazo a los proyectos ecoturísticos “que el gobierno pone en manos de gente que milita en el los partidos Revolucionario Institucional o Acción Nacional, con la finalidad de disputar espacios y debilitar a las organizaciones sociales de izquierda, como en Agua Azul, Agua Clara, Misol-há, San Sebastián Bachajón, El Naranjo y Roberto Barrios, donde los que resultan agredidos y afectados son principalmente los hermanos bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los adherentes de la otra campaña”.
El foro se pronunció contra la construcción de las carreteras de San Cristóbal-Palenque-Ruinas, y Suclumpá (Salto de Agua). Éstas “beneficiarán a los ricos y afectarán tierras y propiedades de las comunidades indígenas” no consultas ni tomadas en cuenta.
Los asistentes, miembros de Xi’nich, Resistencia Civil, la organización Cedic y pobladores del municipio autónomo Comandanta Ramona, entre otros, denunciaron la reconversión productiva, que pretende “desplazar la producción tradicional y ancestral de las comunidades en beneficio de las empresas trasnacionales agroindustriales”, y el uso de agroquímicos y pesticidas “que promueven las instancias oficiales y los medios de comunicación”.
El foro se pronunció contra la imposición de Procampo, Oportunidades y Proárbol, pues “traen división, choque entre los pueblos, destrucción de la cultura, cambio de mentalidad de los jóvenes y desprecio”.
Otro problema discutido en Arimatea fueron las altas tarifas de la energía eléctrica, además del incremento de impuestos sobre la tenencia de tierra, gasolina, servicios médicos y productos de primera necesidad. Son “impuestos que nuestros pueblos tienen que pagar al gobierno por servicios mal prestados”.
Las organizaciones denunciaron que durante los procesos electorales, los candidatos “vienen a nuestros pueblos a buscar el voto con amabilidad y discursos de solidaridad, pero nada más llegan al poder nos desprecian, y cuando solicitamos solución a nuestras demandas de manera organizada, nos reprimen con la policía federal y el Ejército”.
El foro se pronunció por la liberación inmediata de los presos políticos de Candelaria (Campeche), San Sebastián Bachajón y todo el país, y exigió cesar “la represión a los procesos organizativos que se han inconformado con este mal gobierno”.
Los asistentes llegaron a una conclusión preocupante: “Hemos analizado que marchas, mítines, boletines de prensa y denuncias de los organismos defensores de derechos humanos ya no tienen un efecto frente al gobierno, mientras que la represión continúa como una de las formas en las que el gobierno se mantiene en el poder”.
Finalmente, el foro regional se pronunció por el respeto y reconocimiento de las organizaciones sociales que luchan por la defensa de la tierra y el territorio; por el fortalecimiento de los usos y costumbres de pueblos y comunidades autónomas, y que éstos “fortalezcan su soberanía alimentaria, procurando preservar y recuperar la producción tradicional”.
Los asistentes reconocieron “el esfuerzo de las organizaciones y comunidades que luchan por un proceso alternativo en la defensa de la tierra, rechazando los programas de privatización y nombrando a sus autoridades alternativas, capacitando técnicos para tomar la energía eléctrica en sus manos, construyendo una producción orgánica y saludable y buscando la soberanía alimentaria, entre otros procesos que ya caminan en los pueblos, para conservar sus propias semillas y fortalecer el uso de la medicina tradicional”.
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