Molestias al ingerir alimentos, anemia y dificultad al respirar provocadas por úlceras que crecen, sangran, duelen y no sanan son consecuencias del cáncer de orofaringe o parte posterior de la cavidad bucal, neoplasia relacionada de 30 a 60 por ciento con el virus del papiloma humano (VPH) que de no tratarse a tiempo podría incluso causar la muerte, informó Carlos Aranda Flores, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
La región orofaringe o parte posterior de la cavidad bucal se constituye por lengua, encías, garganta, paladar y amígdalas. De acuerdo con el experto el cáncer en esta zona se asocia al VPH de 30 a 60 por ciento de los casos, principalmente en los tipos que son considerados de alto riesgo como el 16 y 18.
Cabe recordar que existen alrededor de 100 tipos del VPH, de los cuales, 40 afectan a la zona genital y anal y 60 causan verrugas o papilomas en manos o pies. En general pueden ser catalogados en dos grupos: los de alto y bajo riesgo oncogénico, según la probabilidad de presentar lesiones precancerosas.
Aranda Flores expuso que el cáncer de orofaringe se puede detectar por la aparición de úlceras que crecen, sangran, duelen y no sanan, lo que causa molestias al pasar alimento y sensación de tener un cuerpo extraño, afecciones que podrían causar anemia por dejar de ingerir alimentos debido a la incomodidad. Puntualizó que si la lesión es grande, puede causar dificultad al respirar y agravar la condición clínica.
Agregó que factores como el tabaco, alcohol, mala higiene y prótesis dentales en malas condiciones pueden ayudar a su desarrollo.
El especialista apuntó que aproximadamente 65 por ciento de las ocasiones, este tipo de cáncer se presenta en hombres y el 35 restante en mujeres. Dijo que entre las principales causas por las que éste afecta mayormente a la población masculina se encuentran la prevalencia de adicciones al alcohol y tabaco, además de que ellos vistan menos al médico, motivo por el cual este padecimiento se detecta en etapas tardías.
Explicó que además del sexo oral, las prácticas sexuales sin protección son factor de riesgo para adquirir el virus. Señaló que la probabilidad de contraer el VPH en una relación monógama es menor.
Un virus asintomático y kamikaze
El experto del INSP indicó que el VPH no presenta síntomas y lo calificó como “kamikaze”, pues aseguró que para generar el cáncer el virus se autodestruye. Añadió que en la mayoría de los casos es transitorio puesto que el sistema inmune lo detecta y erradica de un 80 a 90 por ciento.
Apuntó que los especialistas implicados en la detección de este mal son los cirujanos dentistas y otorrinolaringólogos, médicos especializados en afectaciones en oído, nariz y laringe.
Refutó la posibilidad de que este cáncer se transmita por medio de besos y alertó que no obstante las lesiones precursoras del virus tardan incluso décadas en desarrollar una complicación, cuando el cáncer se instala en el cuerpo avanza rápidamente.
Explicó que la rapidez con la que se propaga este mal se debe a su capacidad de diseminarse a través de los vasos sanguíneos y conductos linfáticos. Recordó que en la región orofaringe se encuentran estructuras vitales, hecho que complica la extirpación de células afectadas y a la vez facilita su reaparición.
Subrayó que si se interviene en etapas iniciales se pueden evitar complicaciones severas e incluso la muerte y recomendó acudir al médico para detectarlo a tiempo.
Destacó que la vacuna consiste en la aplicación de tres dosis en el hombro. A partir de la primera, se cuenta un mes para la segunda y después de esa fecha se esperan cinco meses para la tercera o seis meses después de la primera dosis. Subrayó que no tiene efectos secundarios y se puede aplicar desde los 9 años y hasta los 26 años de edad en hombres, en tanto que en mujeres la edad para que se las apliquen va de los 9 a los 45 años.
Aranda Flores informó que el tratamiento depende de la etapa en que se encuentre el cáncer ya que puede ir desde una cirugía a la quimioterapia, radioterapia o la combinación de varias de ellas.
Por último, señaló que los infantes no están exentos del contagio de VPH, resaltó que la papilomatosis respiratoria recurrente (PRR) puede transmitirse durante el embarazo, principalmente cuando la madre tiene el tipo 6 u 11. No obstante que el riesgo de transmitirlo es de 1 por cada 400 embarazadas, llamó a la prevención
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