Mexicano preso en EU pide intervención del gobierno federal para quedar libre
Antonio Heras
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 13 de agosto de 2013, p. 18
Martes 13 de agosto de 2013, p. 18
Mexicali, BC, 12 de agosto.
El mexicalense René Martín Verdugo Urquídez, preso desde hace 27 años en Estados Unidos por el secuestro y muerte del agente de la DEA (siglas de la agencia antidrogas estadunidense) Enrique Camarena Salazar, solicitó al gobierno de México su intervención para quedar en libertad.
Aseguró que es inocente de todo lo que se le acusa, que se violaron sus derechos humanos y careció de un debido proceso, además de que quien fue señalado responsable de ese crimen, Rafael Caro Quintero, ya se encuentra en libertad.
Verdugo Urquídez fue secuestrado en el puerto de San Felipe, Baja California, meses después de los asesinatos de Camarena Salazar y del piloto Alfredo Zavala Avelar, perpetrados en Guadalajara, Jalisco. Cuatro policías judiciales de Baja California y dos agentes estadunidenses lo interceptaron y trasladaron a Calexico, California, donde rompieron la malla que divide a México de Estados Unidos y lo entregaron, vendado y maniatado, a agentes de la DEA y de la FBI (Oficina Federal de Investigaciones, por sus siglas en inglés).
Asegura ser inocente
Su periplo judicial empezó en enero de 1986. Se le acusó de ingresar sin documentos a Estados Unidos y de destruir la malla fronteriza; a la fecha cumple en una prisión federal de Tucson, Arizona,
una condena de 240 años más una cadena perpetua por un crimen que no cometí, como consta en las cortes de Estados Unidos y en las diversas instancias de justicia de mi país.
Sostuvo que no existe una sola prueba que acredite en forma fehaciente su participación en el secuestro y muerte de Camarena Salazar, y dijo en una carta dirigida al presidente Enrique Peña Nieto ser
un verdadero preso político, que ha sido sometido a una serie de injusticias y presiones que incluyeron en su momento mi total aislamiento en prisión a manera de tortura, para confesar un asunto del cual soy ajeno totalmente, por lo cual me estoy permitiendo solicitar su intervención para poder recobrar mi libertad, de la cual estoy privado sin justificación alguna.
Destacó en la misiva que nunca se respetaron sus derechos humanos,
tomando en consideración que fui secuestrado en territorio mexicano y entregado a las autoridades de Estados Unidos quienes al no tener ningún cargo concreto en mi contra, me acusaron de haber cruzado la frontera en forma ilegal, causando daños a la nación por haber destruido parte de la malla divisoria, cuando lo cierto es que los agentes mexicanos y estadunidenses que me secuestraron, me introdujeron por debajo de la malla que divide ambos países.
Agregó que jamás se notificó de su secuestro al Consulado Mexicano en Caléxico y, por lo tanto, no tuvo ningún tipo de defensa y mucho menos un intérprete cuando los secuestradores lo entregaron a agentes de la DEA
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