Migrante michoacana, principal defensora de derechos civiles en el sur de California
Notimex
Periódico La Jornada
Martes 14 de mayo de 2013, p. 18
Martes 14 de mayo de 2013, p. 18
San Diego, 13 de mayo.
La nueva directora de programas de la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) en el sur de California, Norma Chávez, es originaria del estado mexicano de Michoacán y llegó a San Diego a los cinco años de edad con sus padres.
Chávez, nacida en La Piedad, Michoacán, es la primera latina en el cargo y supervisa acciones legales en defensa de migrantes y de derechos humanos y civiles en los dos condados de California que limitan con México, San Diego e Imperial.
Tenemos mucho trabajo y cada acción es muy satisfactoria, expresó la abogada en su oficina en el centro de San Diego.
La michoacana que llegó a San Diego a aprender inglés pero nunca dejó de hablar español tiene a su cargo, por ejemplo, demandar leyes locales antinmigrantes que son inconstitucionales, organizar protestas y denunciar abusos de agentes fronterizos.
También detener redadas, solicitar que California otorgue licencias para indocumentados, o demandar a distritos escolares que incumplen disposiciones federales de enseñar inglés a niños inmigrantes o a hijos estadunidenses de padres inmigrantes.
En diciembre pasado la ACLU creó el cargo que ocupa Chávez por un aumento de necesidades de acción de campo, donde ella tiene mayor experiencia y por el crecimiento de las comunidades latinas, inmigrantes y asiáticas.
Chávez opina que la ACLU la seleccionó para el puesto por su experiencia en la ciudad de Escondido, en el condado de San Diego.
Escondido es como la Arizona del condado de San Diego; cualquier campaña antinmigrante en el condado empieza por lo general en Escondido, precisó la abogada.
La mitad (49 por ciento) de los residentes de Escondido es latino, en su mayoría mexicano.
Pero también es la ciudad con mayor número de deportaciones, donde la policía alcanzó fama nacional por instalar constantes retenes en busca de conductores o pasajeros migrantes, con la excusa de buscar infractores.
En Escondido también se aprobó la primera ley en el país que prohibía a los propietarios rentar vivienda a indocumentados, incluso si al menos un miembro de la vivienda era migrante, o se impondrían sanciones.
Para comprobar si todos los inquilinos de cada vivienda eran migrantes regulares en el país, los dueños tenían que revisar documentos a todos latinos.
También en Escondido todos los miembros de cabildos han sido desde hace más de un siglo exclusivamente anglosajones, excepto el alcalde, hijo de inmigrantes de Medio Oriente y una reciente concejal, Olga Díaz, la única latina por ahora.
Este año, sin embargo, el cabildo había modificado ya el método de elecciones locales, de modo que aún en sectores donde la mayoría electoral es latina, resultaran electos regidores los mismos regidores anglosajones que han gobernado por unos 20 años.
Si tenemos un parámetro para medir nuestro trabajo es Escondido, dijo la abogada.
Ahí tenemos que realizar el trabajo diario de defensa de derechos civiles y se necesita también el trabajo a largo plazo con ayuda de organizaciones locales para promover tanto la ciudadanía entre inmigrantes como el registro electoral.
Chávez es casada y madre de dos niñas, que estudian en Chula Vista, California, y también hablan español
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