lunes, 18 de febrero de 2013

Policía comunitaria de Guerrero seguirá en su lucha contra el crimen organizado


Policía comunitaria de Guerrero seguirá en su lucha contra el crimen organizado
Anuncian su rechazo al decreto de reglamento propuesto por el gobernador Ángel Aguirre
Sergio Ocampo Arista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 18 de febrero de 2013, p. 21
Chilpancingo, Gro., 17 de febrero. Decenas de habitantes de las comunidades El Troncón, El Portero, Zacazonapa y Teconcitla, del municipio de Tixtla, quienes portaban escopetas, pistolas y machetes, anunciaron este domingo que lucharán en contra de la delincuencia organizada. Asimismo, acusaron al alcalde Gustavo Alcaraz Abarca de pretender intimidarlos utilizando policías municipales, a quienes acusaron de mantener vínculos con grupos delictivos.
Los pobladores estuvieron acompañados por representantes de la casa de justicia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (Crac-Pc), con sede en El Paraíso, municipio de Ayutla de los Libres, a quienes ciudadanos de los cuatro pueblos pidieron formalmente su ingreso a esa instancia de justicia comunitaria.
Arturo Campos Herrera, promotor de la coordinadora en Ayutla de los Libres, explicó los principios de la policía comunitaria, entre ellos, que al gobierno no le gusta el trabajo de la Crac porque está haciendo mejor las cosas en materia de seguridad; por eso vamos a rechazar el decreto de reglamento que propone el gobernador Ángel Aguirre, el cual pretende convertirnos en auxiliares de sus corporaciones policiacas, pero no va a pasar.
Añadió que los líderes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg) le hacen el juego al gobierno, y eso las bases no lo saben. Ya negociaron el tribunal popular, y están entregando al gobierno a los detenidos a cambio de playeras, radios y camionetas.
De acuerdo con Campos Herrera, el alcalde de Tixtla, Alcaraz Abarca, intentó impedir el paso de los miembros de la Crac que se dirigían al evento. Al parecer le llamó al secretario de Gobierno, Humberto Salgado, quien ordenó que nos dejaran pasar; muchos de los gobernantes están involucrados en la delincuencia, pero no debemos intimidarnos.
Un habitante de Tixtla, con el rostro cubierto con un pañuelo, explicó que su determinación de integrarse a la policía comunitaria es resultado de que en nuestros pueblos hay mucha migración, pobreza, por eso el mensaje a la delincuencia es que no queremos que vengan a estos lugares. Sabemos que utilizan esta carretera que va de Tixtla al municipio de Mochitlán.
Señaló que éste es un mensaje no sólo a la delincuencia, sino a los tres niveles de gobierno, y actuamos antes de que pase algo aquí en nuestras comunidades.
Otro campesino sostuvo que el alcalde Gustavo Alcaraz “dice que en Tixtla no pasa nada, pero allá arriba –dijo señalando lo alto de un cerro– encontraron a dos muchachos destrozados; más allá apareció una señora violada y luego asesinada; en el poblado de Ojitos de Agua ejecutaron a una persona; en la cabecera, a las señoras que venden elotes les cobran 50 pesos, a los profesionistas les piden dinero y a un empresario apenas lo secuestraron. Entonces ¿cómo dice el alcalde que no pasa nada?

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