Impulsa tradición con negocio de calaveritas
Mariana Suárez Esquivel
Periódico La Jornada
Sábado 3 de noviembre de 2012, p. 27
Sábado 3 de noviembre de 2012, p. 27
Cazos de metal, bultos de azúcar y moldes de barro por doquier son parte del mobiliario de la casa de Martha Patricia Pastor. Desde hace 14 años la elaboración de calaveritas de azúcar representa una oportunidad para salir adelante al no tener estudios universitarios y sí dos hijas que dependen de ella.
Hoy Paty –como todos la llaman–, tiene 48 años y asegura que
difícilmentele darán trabajo en una empresa, pero eso no la detiene para emplear a un grupo de 12 personas, en su mayoría amas de casa, en un negocio familiar cuyo objetivo principal, dijo, no es volverse rica.
Yo hago esto porque me gusta, siento satisfacción de ayudar a los demás y qué mejor intentando que siga una tradición de tantos años, como las calaveritas.
La casa-taller de Paty se ubica en la colonia Progresista, delegación Iztapalapa. Ahí se dan cita desde temprana hora los trabajadores y sus familiares que le ayudan en la elaboración de este dulce mexicano.
Paty Pastor y su negocioFoto Carlos Cisneros
La fabricación de las calaveritas comienza a principios de junio y el proceso, asegura, es
largoy completamente artesanal;
no hay ningún tipo de maquinaria que nos ayude, sólo nuestras manos.
Todo el proceso para la elaboración de una calaverita de tamaño mediano –siete centímetros, aproximadamente–, desde que se coloca el azúcar en el cazo y se decora con azúcar glass, puede tardar en promedio una hora y los precios oscilan, desde la más pequeña de tres o cuatro centímetros, en dos pesos, hasta una calavera de casi 40 centímetros de altura de 200 pesos, explicó Paty.
Las doce personas que laboran con ella trabajan de lunes a viernes en principio, pero conforme se va acercando el Día de Muertos,
en ocasiones vienen los fines de semana y hasta la madrugada
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