Aplicará la Ssa vacuna contra el virus de papiloma humano (VPH)
En seis meses, la segunda, y la tercera cinco años después
Serán inmunizadas un millón 200 mil en el rango de edad recomendado, señaló Kuri Morales, subsecretario de Prevención
Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de octubre de 2012, p. 43
Miércoles 3 de octubre de 2012, p. 43
Más de 4 mil mujeres en edad reproductiva mueren cada año en México a causa del cáncer cérvico uterino, enfermedad prevenible con la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), cuya primera dosis está aplicando masivamente durante esta semana entre las niñas de quinto de primaria o que tengan 11 de años edad, en la modalidad impuesta por la Secretaría de Salud (Ssa) de aplicar dos dosis en el transcurso de seis meses y la tercera cinco años después.
Para las primeras dos dosis el gobierno federal realizó una inversión de 300 millones de pesos, con los cuales se garantiza la inmunización de un millón 200 mil niñas en el rango de edad recomendado, indicó Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
La segunda dosis se aplicará en abril de 2013, durante la Segunda Semana Nacional de Salud de ese año, con lo que las autoridades buscan abatir en el mediano y largo plazos la mortalidad por cáncer uterino.
El biológico, que ya se encuentra disponible para los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social desde hace por lo menos dos años, previene de la enfermedad grave de VPH (serotipos 16 y 18), causante de la mayoría de casos del tumor maligno.
Kuri Morales señaló que aunque el número de decesos ha descendido, pues llegó a ser de casi 5 mil anuales, actualmente todavía pierden la vida por esta causa más de 4 mil mujeres, lo que no corresponde con las metas en la materia.
El Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud (Ssa) –órgano responsable de la estrategia de prevención y control de la neoplasia– reconoce que la mayor prevalencia y mortalidad se reporta en los países en desarrollo, lo que no es casual, porque
el cáncer cérvico uterino es prevenible si se descubren y tratan sus lesiones precursoras, y es también curable cuando se detecta en etapas tempranas, de ahí que la persistencia de una alta mortalidad por esta causa obedece, por un lado, a falta de recursos e inversión y, por otro, a fallas en la organización y operación de los servicios de salud para la detección temprana y atención del padecimiento.
También resalta que la mortalidad en México ha mantenido una tendencia descendente de alrededor de 45 por ciento en 15 años, pero no ha sido homogénea en todo el país.
La mayor mortalidad se concentra en estados con menor índice de desarrollo humano y en zonas rurales, por lo que uno de los retos de la presente administración es disminuir esta inequidad, dice el organismo.
El VPH es una infección que 80 por ciento de las mujeres presenta alguna vez en su vida y se convierte en grave problema de salud cuando evoluciona a tumor maligno sin que se le detecte.
Por eso es importante la prevención y en su caso la detección oportuna de las cepas que eventualmente pueden generar el tumor maligno. La aplicación de la vacuna en las niñas es fundamental, porque ésta sólo es efectiva cuando la mujer no ha estado expuesta al VPH, es decir, si no ha iniciado una vida sexual activa.
Aunque la investigación para el desarrollo de la vacuna se concentró en demostrar su eficacia en niñas, naciones como Australia y Gran Bretaña también aplican el biológico a los niños, porque se considera parte del derecho a la salud, además de que está demostrado que la población masculina es portadora del VPH y lo transmite a las mujeres en las relaciones sexuales.
En el caso de México, el subsecretario Kuri comentó que no existe aún evidencia científica contundente que demuestre los beneficios de vacunar a los varones; además, está el aspecto presupuestal, apuntó.
Con motivo de la tercera Semana Nacional de Salud, que se realiza del primero al 5 de octubre, el sector salud llevará el biológico a las escuelas de educación básica. Los padres de familia deberán dar su consentimiento para que sus hijas reciban esta protección de largo plazo
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