Miércoles 28 de marzo de 2012, p. 45
Ninguna política pública dirigida a los adultos mayores se puede implementar sin la voluntad y convicción del gobernante, afirmó Rosa Icela Rodríguez Velázquez, directora general del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en el Distrito Federal (IAAM-DF).
Expuso que en el caso de la ciudad de México primero se tuvieron que buscar los recursos para comenzar los programas dirigidos a las personas mayores y después se plasmaron en leyes, concretando derechos sociales.Es decir, por muy positivas que sean las leyes, son obsoletas si no se llevan a la práctica; son letra muerta
, agregó.
Al participar en la mesa Nivel de vida adecuado, servicios sociales y envejecimiento, del Foro Internacional sobre los Derechos de las Personas Mayores, organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Gobierno del Distrito Federal (GDF), Rodríguez Velázquez señaló que en la ciudad de México existe una política de protección social para los adultos mayores que tiene como punto de referencia que son titulares de derechos con base en los principios de universalidad, territorialidad, exigibilidad y transparencia, de acuerdo con lo que estipulan la Constitución, leyes locales y tratados internacionales en la materia.
Apoyada en estudios sobre niveles de vida adecuados, realizados por organismos nacionales e internacionales, la directora general del IAAM-DF subrayó que la situación de los adultos mayores en el país, en materia de salud, nutrición, vivienda y satisfactores básicos, es difícil. El esquema real es de pobreza, hambre, enfermedades y falta de ingresos económicos y oportunidades de vida, los cuales conducen a una baja esperanza de vida de ese grupo.
Expresó que hace 11 años ese panorama se presentaba en la ciudad de México. Lo crítico de la situación es que alrededor de 40 por ciento del total de adultos mayores del DF no contaba con el mínimo satisfactor y prevalecían los males derivados por la desnutrición. Los niveles de mortalidad eran altos, no sólo por la falta de alimentos, sino por nula atención médica.
Para abatir esa problemática el Gobierno del DF creó el programa de pensión alimentaria para adultos mayores de 70 años, el cual arrancó con 150 mil beneficiarios en 2001; dos años después se hizo ley, y en 2009 se amplió para gente de 68 y 69 años.
A marzo de 2012 esa pensión beneficia a 480 mil personas. Cada mes ingresan nuevas personas al padrón y así se ha cumplido con el punto 10 de la Declaración de Brasilia, de reconocer como derecho universal la pensión no contributiva.
Admitió que uno de los retos de la ciudad de México es acceder a la documentación jurídica de los adultos mayores, quienes por falta de recursos, por burocracia excesiva o por desconocimiento carecen de apoyo para elaborar documentos que den certeza a su derecho patrimonial o de identidad
.
Es por ello que el IAAM-DF mantiene un programa con el Colegio de Notarios y el Registro Civil.
Comentó: Acabamos de entregar el acta de nacimiento de la señora Amalia López Celis, de Coyoacán, cuando cumplió 112 años de edad, pero ya tiene 113. Hay que recalcar que la gratuidad sólo es para adultos mayores que por vez primera registran su identidad
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