Sábado 25 de febrero de 2012, p. 19
La forma ideal de conciliar los intereses entre la Iglesia y el Estado en México es llevar a cabo una reforma legal que le permita a los diversos grupos religiosos expresarse de forma abierta sobre todos los temas de su incumbencia, en vez de que sus actividades se mantengan en la clandestinidad, tratando de influir en las instituciones de manera soterrada.
Así lo afirmó el catedrático Ilán Semo, quien la noche del pasado jueves participó en la segunda jornada de la cátedra Religión, sociedad y Estado laico, coordinada por el Centro de Estudios Sociales Antonio Gramsci y las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana.
Luego de una breve introducción por parte del director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, Miguel Concha, Semo indicó que el carácter laico del Estado mexicano es un tema de discusión urgente en la actualidad, porque de ella dependen aspectos importantes del devenir del país.
Al hacer un recorrido histórico de las relaciones entre el clero y el gobierno en México, el académico de la Universidad Iberoamericana recordó que en el siglo XVIII surgieron las primeras constituciones nacionales, con una influencia católica innegable.
Con el surgimiento del jacobinismo más agresivo, que planteaba la necesidad de erradicar
el mundo religioso, algunas fracciones de la Revolución Mexicana adoptan una actitud abiertamente hostil hacia el clero, con la excepción del zapatismo.
Luego de episodios de terrible intolerancia
como la Guerra Cristera, recordó Semo, la cultura política del país se dividió en dos corrientes: la que pone al Estado encima de cualquier cosa, y la que ve al mundo eclesiástico como una parte de la nación que también hay que reconocer.
Para el historiador, la forma ideal en que el mundo de la política y el de la religión pueden reconciliarse es mediante una reforma constitucional integral para que las Iglesias puedan manifestarse libremente sobre aspectos diversos de forma abierta, en vez de que operen de forma soterrada para promover sus intereses.
Sin embargo, subrayó, no habría que perder de vista la necesidad de seguir acotando la influencia eclesiástica en diversos ámbitos, como los medios de comunicación masiva.
Por otro lado, llamó a construir un laicismo en donde no se permita que los gobiernos de entidades conservadoras financien de manera indebida a la Iglesia –como ocurre en el caso de Jalisco–, ya que de esa forma se evitarían regresiones lamentables.
La cátedra se realizará todos los jueves a las 19 horas en el Centro Universitario Cultural, hasta el 31 de mayo. En la próxima sesión, el ponente principal será el doctor Brian Connaughton
No hay comentarios:
Publicar un comentario