Acusan al gobierno federal de elaborar listas negras de trabajadores en Canadá

Andrea Gálvez, enlace para México de la organización sindical UFWC-Canadá, denunció en rueda de prensa la actividad antisindical ejercida por las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y del Trabajo y Previsión Social (STPS), al integrar en listas negras a cientos de trabajadores mexicanos a quienes se les niega la visa para trabajar en los campos agrícolas de ese país, por el sólo hecho de denunciar descuentos ilegales y falta de atención médica por accidentes de trabajo y enfermedad.

Los mexicanos que han laborado en Granjas Floralia y viveros Sidhu, de Vancouver, Canadá, fueron incorporados por el gobierno federal en dichas listas por expresar su apoyo a esa organización sindical y tratar de ejercer su derecho humano básico a organizarse y a negociar colectivamente, indicó.

Los empleadores coludidos con la representación de la cancillería mexicana crearon estas listas con los nombres de los simpatizantes del sindicato (UFWC, por sus siglas en inglés), y las transfirieron a la STPS, para que excluyera a los campesinos del programa de trabajo temporal en esa provincia de Canadá.

Gálvez precisó que a partir de que los casos de las granjas Floralia y Sidhu fueron llevados a la Corte de Canadá, la SRE revocó la acreditación sindical de los trabajadores que simpatizan con la UFWC, y envió a migrantes que no tienen antigüedad en el programa para que votaran contra el sindicato.

Con tales acciones, agregó, el gobierno de Felipe Calderón viola derechos constitucionales, la ley canadiense y diversos tratados internacionales que defienden la negociación colectiva. Por ello, advirtió que han presentado una queja ante el tribunal laboral de Columbia Británica, una de las provincias de Canadá, y de ser necesario acudirán ante la Corte Superior de ese país.

En rueda de prensa, en el marco del Día Internacional del Migrante, Gálvez demandó al gobierno federal mexicano que si no ayuda, no estorbe: no son capaces de defender a los trabajadores que laboran cada año en Canadá, pero tampoco les permiten que negocien sus contratos laborales.

Agregó que esta circunstancia afecta ahora a unos 120 trabajadores, pero lo significativo es que esta práctica del gobierno mexicano no es nueva; sucede a partir de las primeras campañas de organización sindical, desde 2006, en Manitoba y Columbia Británica. A partir de entonces empezaron las maniobras de repatriación e intimidación hacia los migrantes